El director del Museo Nacional de Rio de Janeiro, consumido por un devastador incendio hace seis meses, afirmó este lunes que la institución necesita más apoyo financiero del gobierno para continuar rescatando su valioso acervo de los escombros.

“Hoy cabe un mensaje de alerta para el Ministerio de Educación (MEC). Sin el MEC no habrá otro Museo Nacional”, afirmó a periodistas Alexander Kellner al presentar al público 27 piezas de la colección egipcia que escaparon del fuego.

“Necesitamos un millón de reales (cerca de 250.000 dólares) urgentemente para respirar”, detalló.

“Esperamos conseguir ese contacto directo con el ministro. O que nos visite. O que vayamos nosotros para mostrarle lo que estamos haciendo (…). La sociedad brasileña está huérfana del Museo Nacional y este gobierno tiene una oportunidad de oro de devolvérselo”, agregó.

Contactado por la AFP, el Ministerio de Educación afirmó que la adjudicación de recursos para el Museo compete a la institución de la cual éste depende, la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), cuyo rector fue recibido por autoridades del ministerio a fines de abril.

Poco después del incendio, ocurrido el 2 de septiembre pasado, el ministerio de Educación -bajo el gobierno del expresidente Michel Temer- liberó 10 millones de reales para los trabajos de emergencia que permitieron preservar la estructura del edificio de tres pisos.

Pero de acuerdo con la dirección, el Museo no recibió fondos públicos adicionales para financiar el arduo trabajo de arqueólogos, antropólogos y otros científicos -que desde hace meses hurgan entre los escombros- gracias a los cuales se han podido rescatar 2.700 objetos hasta ahora.

“Enfrentamos dificultades en el día a día de la institución: profesores no tienen donde trabajar, no tenemos donde poner algunos materiales que rescatamos, no puedo ponerlo en el suelo”, afirmó el director del considerado museo de historia natural más grande de América Latina.

Una investigación policial presentada en abril descartó que se tratara de un incendio intencional y apuntó que el fuego comenzó en un dispositivo de aire acondicionado y se propagó rápidamente por falta de infraestructura contra siniestros, lo que desató críticas contra la dejadez de las autoridades.

De las 2.700 piezas recuperadas, 200 forman parte de la colección egipcia y 27 fueron presentadas el martes, entre ellas amuletos que estaban en un sarcófago.

El sarcófago, un regalo ofrecido al emperador Pedro II durante un viaje a Egipto en el siglo XIX, ardió durante el incendio.

Nunca fue abierto, pero una ecografía hecha en 2005 permitió identificar la presencia de objetos que terminaron siendo recuperados tras el desastre.