Poco antes de las 11:30 horas de este miércoles en Chile -10:30 horas en Perú- falleció el expresidente del vecino país, Alan García.

Previamente, a las 07:30 horas, había sido hospitalizado. La razón: se disparó en la cabeza cuando la policía efectuaba una orden de detención en su contra, por su eventual vinculación con el caso de corrupción Odebrecht.

García -al parecer- vaticinó que la policía acudiría hasta su residencia para detenerlo, pues los últimos dos días se mantuvo activo en su cuenta de la red social Twitter. Si bien compartía información de índole político, en los últimos dos días se centró en hablar del caso en el que habría estado involucrado.

En todas sus redacciones se defendió de las acusaciones en su contra, dejando entrever que tras ello existían persecuciones con ribetes políticos.

“Como en ningún documento se me menciona y ningún indicio ni evidencia me alcanza sólo les queda la especulación o inventar intermediarios. Jamás me vendí y está probado”, escribió.

Asimismo, reiteró que nunca solicitó dineros. “Los que me acusaron fueron los verdaderos corruptos”, aseguró.

García fue presidente de Perú en dos periodos (1985-90 y 2006-2011). La justicia de su país tenía un plazo de 10 días de indagación por su presunta comisión de delito de lavado de activos, en un caso vinculado al escándalo LavaJato/Odebrecht que investiga una fiscalía especializada.