Es un accidente evitable, de los más comunes en niños, pero también aterrador para cualquier padre o madre.

Lo vive en carne propia una madre de Santander, de la zona norte central de Colombia. Su hijo de tan solo 5 años se tragó una moneda por accidente el pasado miércoles 10 de abril y desde entonces está recluído en el hospital universitario de esa localidad, según reporta el medio Blu Radio.

Amanda Mora, dice que, a una semana del accidente, no se ha aplicado un procedimiento de extracción del metal. La EPS (Entidad Promotora de Salud) le ha dicho que la vida del niño no corre peligro.

“La EPS me dice que no se puede autorizar el tratamiento en Bucaramanga porque no es algo grave que le afecte su salud, me dijeron que tomando agua el niño podría expulsarla”, contó la madre del menor que recibió como respuesta a su pedido de ayuda para que su hijo regrese a casa, sin la moneda que tanta preocupación está causando en sus vidas.

Blu Radio / Colombia
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Solicitando dinero, por culpa del dinero

La situación ha llevado a la mujer a solicitar prestamos a varios bancos colombianos, a fin de costear el tratamiento que ponga fin a la condición de su hijo.

Sus escasos recursos no le permiten pagar una endoscopía, pero está peleando por el traslado del menor a otro hospital de Bucaramanga, capital del departamento de Santander, para perseguir la extracción de la moneda.

Al parecer la presión mediática por el caso está surtiendo efecto en la EPS, una especie de Fonasa en Colombia. La afiliación del niño no es de amplia cobertura, pero Salud Vida, en la que está inscrito el menor, dijo que pretende trasladarlo a otro hospital localizado en Popayán, donde si podrían realizarse el tratamiento.

A 7 días de permanecer hospitalizado con la moneda en su interior, el niño presenta problemas respiratorios y dificultad para alimentarse, pero el interés social que ha despertado el caso, está obligando al sistema de salud a tomar las medidas que por derecho constitucional debería tener cada paciente en cualquier lugar del mundo.

Accidentes con monedas

Existen blogs especializados hablando de lo complejo de los accidentes caseros, involucrando monedas y niños.

En familiaysalud.es, existen una serie de consejos, a los que no está demás echarles un vistazo, luego de leer historias como la ocurrida en Santander.

Entre los primeros pasos a considerar, según este reporte, es la forma en que se debe extraer la moneda de la boca de un niño o niña, si es que está visible.

“Si la moneda está a la vista y fácilmente accesible, se debe introducir nuestro dedo meñique a modo de gancho por un lado de la boca. Después se hace un movimiento de barrido para arrastrar la moneda desde atrás hacia fuera”, reza uno de los pasos en este escrito.

Si ya hay seguridad que el menor de edad se ha tragado una moneda, es momento de actuar con más diligencia.

Se debe observar detenidamente si el niño o niña no presenta mayor dificultad para respirar y si no le cuesta tragar saliva.

Hay dos momentos críticos tras la ingesta de una moneda, según la citada publicación: “En primer lugar, el paso a la vía respiratoria y no a la digestiva. Esto sería lo más peligroso. Si esto pasa, el niño puede sufrir lo que se llama una obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño. Esta produce falta de aire. En ese caso, hay que hacer maniobras de desobstrucción”, por supuesto que casi nadie está preparado para esto, por lo cual, no es tarde para echarles un vistazo. Aquí una referencia.

El segundo aspecto, implica acudir a un centro asistencial, cuando no se pudo extraer la moneda a falta de los conocimientos antes ejemplificados.

Y es que se describe como momento clave, el paso de la moneda por el primer tramo del tubo digestivo, el esófago, debido a que es el más estrecho. “Si se logra pasar, lo más probable es que la moneda ya no cause ninguna complicación. Si se queda en el esófago, hará que se tapone. El niño no podrá tragar, y puede que se queje de la zona de la garganta. De ser así, hay que acudir pronto a Urgencias para que la saquen antes de que pasen 24 horas”.

El atragantamiento puede dar paso a varias situaciones, que van desde una tos con fuerza en el infante, tos con dificultad o hasta la pérdida del conocimiento. En cualquiera de estos casos, además de realizar las técnicas necesarias, la asistencia a un hospital es de vida o muerte, una frase literal.

El tratamiento endoscópico se vuelve altamente necesario luego de un accidente como éste, ese que precisamente se niegan a realizar en el hospital universitario de Santander, eso según la denuncia de una desesperada madre.

Vanguardia / Colombia
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