Es un caso que ya genera debate en la esfera internacional, debido al eco causado en territorio paraguayo.

Carmen Quinteros, de 33 años, llevó a cabo en 2017 todo un movimiento instintivo materno, después de toparse con serias dificultades para amamantar a su hijo de solo 6 meses. Precisamente había transcurrido medio año y se venció su periodo postnatal, por lo que alimentar a su hijo se volvía una tarea que reñía con su disciplina militar.

Sus turnos de 24 horas no la dejaban regresar a casa y por eso, decidió acudir a sus superiores para llegar a un acuerdo. No lo consiguió y cuando se amparó a la justicia civil, hubo un contraataque en el mismo bando “amigo”: la trasladaron a otro recinto lejano, con jornadas de 36 horas.

Los recursos para apelar la medida fueron parte de las escaramuzas en el ejercito paraguayo. En 2017, cuando la justicia civil ya había intervenido y fallado a su favor, la “disciplina” militar citó a la constitución en cuanto al deber de los uniformados e interpuso un recurso a la Corte Suprema de Justicia. Antes, había decretado 45 días de arresto contra ésta, como castigo.

Ultima Hora / Paraguay
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El pasado 26 de marzo, este máximo tribunal de justicia falló en contra de la joven madre, luego de dos años de enfrentamientos judiciales entre dos bandos que antes eran aliados.

Dictaminó que Quinteros debe cumplir el arresto. El periódico paraguayo Ultima Hora, informó de la decisión. Hubo una salvedad: el periodo de castigo lo cumplirá en su domicilio.

Lo anterior no acalló las críticas. De hecho, las hizo trascender a Europa. Periódicos como El País (España) han replicado la noticia, al punto de recordar el tiempo de dictadura militar en Paraguay. Hoy, una mujer pone en entredicho de nuevo a las milicias, por la decisión adoptada en su contra.

Hasta instancias internacionales

Por su parte, otros medios en el país suramericano, como ABC TV, han difundido la entrevista con el abogado de la teniente. Carlos Mendoza, dice que su clienta acudirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar lo que considera una clara violación de los derechos, pero no de la mujer.

“Porque los que se vulneraron con esta decisión son los derechos del niño. Hasta donde conversé ayer con ellos, es que van a acudir para dejar constancia porque esto es un ejercicio simbólico de los derechos del niño”, aseguró el abogado.

La tibia respuesta del presidente de Paraguay

Toda la opinión pública paraguaya estaba a la expectativa del pronunciamiento que haría sobre el tema el presidente Mario Abdo.

En su primera aparición pública, después de la resolución de la Corte Suprema, el mandatario aseguró que “todos los asesores jurídicos de Presidencia me dijeron que no está dentro de nuestra atribución porque es una sentencia de la Corte”.

En una era en la que los derechos de la mujer están siendo reivindicados por sobre otras temáticas, incluso militares, la respuesta cayó como balde de agua fría en las asociaciones feministas y sociales que esperaban un pronunciamiento distinto del ciudadano presidente paraguayo.

No obstante, su opinión en el tema fue tajante, según lo cita el periódico Paraguay en Noticias: “No puedo ir en contra de la ley”, aseguró.

Paraguay en Noticias
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Pero dentro de su gabinete no hay una asimetría en cuanto a las declaraciones generadas por el caso Quinteros.

Desde el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, fue su titular, Teresa Martínez, quien puso la marcha disonante en comparación con lo pronunciado por el mandatario.

La funcionaria dijo que el caso deja un precedente muy malo. Agregó que la Constitución Nacional en su artículo 54, antepone la supremacía de los derechos del niño, refiriéndose a la ley de lactancia materna.

La historia es diferente para Carmen Quinteros, la teniente que ahora debe cargar en sus espaldas el peso de un castigo desde las filas a las que juró servir, todo por anteponer su papel de madre. Ese, quedó relegado por la carta magna, según se observa en su caso, debido a la interpretación hecha por la Corte Suprema que decidió preponderar a la institución castrense y su argumento de disciplina por sobre todo instinto materno.

Paraguay.com
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