La justicia argentina podría reabrir el caso que investigaba el enriquecimiento ilegal de la familia Kirchner, el cual fue cerrado en 2009, pero que tras la confesión de su excontador, Víctor Manzanares, ha sumado nuevos antecedentes para la causa.

Manzanares ejerció como contador de los Kirchner entre 2003 y 2015, fue testigo directo de cómo incrementó la fortuna de la familia durante sus años en el poder, por medio del arriendo fraudulento de piezas en hoteles del sur trasandino.

El contador explicó que la fortuna de los Kirchner aumentó por medio del arriendo de sus complejos hoteleros en la Patagonia, con empresarios que pagaban arriendos anuales por más de 11 años, pese a que muchas veces la mayoría de las habitaciones estaban vacías.

Estos empresarios también veían como incrementaba su patrimonio gracias a la adjudicación de obras públicas, consigna diario Clarín de Argentina.

Manzanares debió declarar ante el fiscal Carlos Stornelli en al menos tres ocasiones por el caso conocido como los “cuadernos de las coimas”, que investiga el pago millonarios sobornos a funcionarios de los gobiernos kirchneristas (2003-2015) e incluso a los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

El otrora funcionario de confianza de la familia ‘K’ se acogió a la figura de arrepentido para colaborar con la investigación de Stornelli, donde además de revelar la forma en que habría aumentado la fortuna Kirchner, también aseguró que Néstor Kirchner presionó a la justicia para terminar con la investigación por enriquecimiento ilegal en su contra.

De acuerdo a la confesión de Manzanares, el exmandatario lo envío a reuniones con peritos contables de la justicia argentina, que lo ayudaron a confeccionar una presentación para demostrar que no había nada irregular en el patrimonio de la familia ‘K’.

Dicha causa buscaba investigar como el patrimonio de la exfamilia presencial aumento de 16,5 millones de pesos argentinos en 2007 a 44,3 millones de la moneda trasandina en 2008, incluyendo 24 millones en un banco que no tenían ningún respaldo.

Curiosamente, dos semanas antes que la justicia argentina comunicara en 2009 que la causa se había cerrado, Néstor Kirchner llamó a Manzanares para decirle “que el resultado era bueno, que estaba sobreseído”, confesó el excontador.