Colombia seguirá dando comida y alojamiento a los casi mil desertores de las fuerzas armadas venezolanas en su territorio, luego de que varios denunciaran que serían desalojados de los refugios donde viven, informó este domingo la cancillería.

El apoyo transitorio se mantendrá en tanto se concrete “la identificación de medidas que permitan ofrecer soluciones de mediano plazo” para el millar de exmilitares y expolicías y sus cerca de 400 familiares refugiados en Colombia, indicó la institución en un comunicado.

El anuncio tiene lugar un día después de que desertores de la fuerza armada hospedados en las ciudades fronterizas de Cúcuta y Villa del Rosario, en el departamento de Norte de Santander, bajo resguardo de ACNUR, declararan a medios locales que temen ser desalojados.

“Nos dijeron que teníamos de tres a cuatro días para ir buscando dónde irnos, (que) nos iban a entregar una colchoneta, una sábana y 350.000 pesos (unos 110 dólares), más este mapa que estoy mostrando para poder movilizarnos”, dijo a W Radio un hombre que se identificó como el sargento Luis González.

Además, los desertores requirieron la presencia en el lugar del líder opositor Juan Guaidó, organizador del fallido ingreso de ayuda enviada principalmente por Estados Unidos, el 23 de febrero, que marcó el inicio de las deserciones.

“Nos están dando alimentación y hospedaje, pero lo que queremos es una pronta solución a nuestros problemas. Ya que no tenemos comunicación con nuestro presidente Juan Guaidó, queremos que él conozca esta situación”, agregó.

El embajador nombrado por Guaidó en Colombia anunció que se encuentra en discusiones con las autoridades locales para permitir a los miembros de las fuerzas armadas venezolanas, que hayan entregado las armas, puedan cursar carreras técnicas en el país cafetero.

Reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, entre ellos Colombia, Guaidó ofreció amnistía a los miembros de la Fuerza Armada que rompan con el gobierno de Nicolás Maduro, cada vez más aferrado a los militares para mantenerse en el poder.

El pulso entre Maduro y Guaidó escaló nuevamente este domingo con la marcha emprendida por seguidores del líder opositor hacia el palacio de Miraflores, sede de gobierno, tras el restablecimiento de la electricidad luego del peor apagón en la historia de Venezuela.

Guaidó asegura haber “contactado” a oficiales “en todo el país” para pedirles que no repriman a los manifestantes, mientras que Maduro, que atribuye el apagón a “ciberataques” de Estados Unidos, afirmó que los marchantes fracasarán en el intento.

Venezuela tiene 365.315 militares y 1,6 millones de milicianos civiles. A pesar de que Maduro enfrenta una dura embestida, mantiene la lealtad de la cúpula militar.