Solo tenía cuatro años. Fue suficiente para conocer todo el dolor, según la historia que se relata en medios como Infocañuelas, la localidad argentina de donde procede la triste historia.

El pasado 1 de marzo, Viviana Beatriz Roldán, de 23 años, y su pareja, Federico Sebastián Espinoza, llevaron a la pequeña Bianca Xiomara, ya desvanecida a una clínica de la localidad de Máximo Paz.

La mujer dijo que su hija se ahogó en una piscina de lona, pero los posteriores exámenes médicos arrojaron todo un historial del horror vivido por la niña.

Infocañuelas
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Tenía golpes en las muñecas, brazos y uno tan fuerte en la cabeza, que fue el que le ocasionó la muerte.

El diagnóstico fue corroborado en un hospital de primer nivel donde fue revelado el abuso físico, que según testigos, no era nuevo e incluía el uso de látigos y otros objetos que hacían de la vida de Bianca Xiomara un infierno.

Sin embargo, los golpes no eran el único abuso. Otro peritaje reveló abuso sexual en la menor de edad, presuntamente perpetrado por la pareja de la madre de Bianca. La menor tenía heridas en la región anal.

Infocañuelas
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“La nena era un estorbo y les molestaba”.

Federico Espinoza tenía año y medio de vivir con Viviana y desde ese momento todo cambió para mal en el entorno de la niña, según algunos de sus familiares.

Micaela Ibañez, quien se identificó como tía de la menor, reveló parte del terror que la pequeña vivió a su corta edad.

“Desde que Viviana empezó a verse con Federico hace casi un año y medio se volvió muy mala. La nena era un estorbo y les molestaba”, aseguró ante la prensa argentina.

Y es que la familia paterna de Bianca sabía por lo que la niña estaba pasando. Denunciaron ante las autoridades los abusos, pero al parecer no hubo una respuesta que evitara su muerte.

De hecho, el padre de Bianca Xiomara solicitó la custodia de su hija, al ver los golpes recurrentes que la niña presentaba en distintas partes del cuerpo. No hubo respuesta expedita. La burocracia judicial impidió salvarle la vida, según la familia paterna: “No hizo nada a tiempo cuando esto se podría haber evitado”.

“Se notaba que Federico no la quería a la chiquita y que ella le tenía terror a él”, contó. “Tenía denuncias nuestras porque vimos cómo estaba golpeada, por eso quisimos pedirle la tenencia a la madre pero no quería saber nada”

El suceso generó tanto repudio en el lugar de los acontecimientos, que vecinos de la pareja que ahora está en prisión, intentaron incendiar el inmueble en el que estos habitaban. Fue controlado por los bomberos sin mayores daños.

Sin embargo, las expresiones de rechazo no han terminado. Un grupo de personas marcharán el próximo viernes a la comisaría 2º de Máximo Paz, para exigir “Justicia por Bianca”.

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