Vale paralizará operaciones, equivalentes al 10% de su producción anual de mineral de hierro, alrededor de diez diques como el que ocasionó el viernes una inmensa marea de lodo que dejó por ahora 84 muertos y 276 desaparecidos en el sudeste de Brasil.

La medida fue anunciada este martes por el presidente del grupo, Fábio Schvartsman, en medio de una ofensiva judicial y tras la detención de cinco ingenieros que trabajan para la empresa a la que se le atribuye desidia en la seguridad de las instalaciones.

El anuncio de Vale llegó casi por la noche, después de que las autoridades elevaran de 65 a 84 el número de muertos y cifraran en 276 las personas desaparecidas tras el quinto día de intensa labor de búsqueda entre el lodo y los escombros que se realiza con apoyo israelí.

En los próximos días, “la posibilidad de encontrar personas vivas es muy pequeña”, declaró el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Giras,Pedro Aihara.

Fabio Teixeira | Agence France-Presse
Fabio Teixeira | Agence France-Presse

El plan de Vale, el mayor productor mundial de hierro, es “definitivo y drástico (…), una respuesta cabal y a la altura de la enorme tragedia de Brumadinho”, en el estado Minas Gerais (sudeste), resaltó Schvartsman.

El proceso, que reducirá en 40 millones de toneladas su producción anual de mineral de hierro, concluirá en tres años y requerirá una inversión de 5.000 millones de reales (unos 1.300 millones de dólares).

Y afectará a 5.000 trabajadores, que “serán “absorbidos en la plantilla de 80.000” empleados de la empresa, agregó.

El tipo de dique en cuestión -que puede ser alzado de forma escalonada a medida que acumula residuos- es del mismo modelo del que en noviembre de 2015 se desmoronó en Mariana, a 125 km de Brumadinho, matando a 19 personas y ocasionando la mayor catástrofe ecológica del país.

Más sitio para los muertos

En Brumadinho, al duelo y la angustia por los desaparecidos se suman los temores de impacto ambiental.

En el mayor cementerio de esta ciudad de 39.000 habitantes, un cortejo fúnebre formado por una familia rota y decenas de amigos apareció portando el féretro de una joven empleada de Vale, de 28 años, que fue enterrada este martes.

Los familiares se abrazaban destrozados, con el ruido de los helicópteros que proseguían sus tareas de rescate de fondo, recordando a esta región que todavía les queda mucho dolor por pasar.

Poco antes, dos enterradores exumaban una tumba antigua para hacer sitio a los fallecidos que llegarán, mientras la megafonía rompía el silencio y los sollozos para anunciar dos nuevos sepelios para más tarde.

Junto a la humilde iglesia de colores claros de Brumadinho, punto alto de la localidad, aterrizan los helicópteros que van depositando los cadáveres con redes, en un impresionante relevo.

Mauro Pimentel | Agence France-Presse
Mauro Pimentel | Agence France-Presse

Los bomberos trabajan sobre barro y arenas movedizas de hasta 15 metros de profundidad, realizando excavaciones.

A medida que el lodo se seca, la visualización y retirada de los cuerpos se ve facilitada.

Por el centro de la localidad pasa el río Paraopeba, de un color marrón rojizo, arrastrando los sedimentos de la marea de lodo y afectando el suministro de agua potable de la aldea indígena Nao Xoha (“espíritu guerrero”) a unos 20 km del complejo minero.

Estimaciones oficiales indican que la marejada de lodo y residuos podría avanzar aún más kilómetros hasta la represa de las Tres Marías y hay temores de que se viertan en el rio San Francisco, de importancia económica y social vital.

El siniestro levantó críticas de instancias ambientales, de derechos humanos y de líderes políticos. También dirigió los dardos a las premisas del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, que asumió el poder el 1 de enero con un discurso liberal y crítico de lo que ve como excesiva meticulosidad en los controles ambientales.

Detenciones en Vale

A primera hora de la mañana, la policía detuvo a cinco ingenieros, tres de ellos funcionarios de Vale, responsables por la autorización de la mina Córrego do Feijao, donde se produjo la catástrofe.

Fueron detenidos también dos ingenieros de la alemana TÜV SÜD, que en septiembre de 2018 garantizó la estabilidad del dique.

El vicepresidente Hamilton Mourao -presidente interino mientras Jair Bolsonaro se recupera de una cirugía abdominal- y la fiscal general Raquel Dodge se expresaron el lunes a favor de que los responsables por la tragedia enfrentan querellas penales.

Hasta las detenciones, el embate contra la minera había consistido en el bloqueo judicial de 11.800 millones de reales (más de 3.100 millones de dólares) para resarcir daños personales y ambientales y asegurar el pago de salarios. Y en multas contra la empresa por un valor hasta ahora de 449 millones de reales.

Las acciones de la minera brasileña se hundieron el lunes 24% en la Bolsa de Sao Paulo. Este martes, se recuperaron un 0,85%.

En Brasilia, una reunión ministerial decidió priorizar la auditoría de 3.300 diques considerados de “alto riesgo”, de los más de 20.000 existentes en Brasil.