Policías del estado mexicano de Veracruz (al este) son investigados por su probable participación, junto con un grupo delictivo, en un ataque contra migrantes que dejó una mujer muerta y tres lesionados, entre ellos un niño de tres años, informó este lunes la fiscalía estatal.

En el ataque, ocurrido la madrugada del sábado, pudo “haber participado algún grupo delictivo y no se descarta la participación de alguna corporación de la policía”, dijo el fiscal estatal, Jorge Winckler Ortiz.

El ataque se registró cuando el grupo de migrantes viajaba en un camión de carga que fue interceptado en el municipio de Juan Rodríguez Clara, a unos 500 kilómetros de Ciudad de México.

La mujer fallecida era guatemalteca.

El vehículo fue atacado a balazos por “personas vestidas de negro, encapuchadas, que portaban armas largas y que traían un vehículo rotulado de policía”, según un informe de las autoridades al que la Agence France-Presse tuvo acceso.

La investigación del supuesto involucramiento de policías se deriva de los testimonios de migrantes que sobrevivieron al ataque.

“Es lo que ellos manifiestan y es lo que se investiga”, dijo a la AFP el viceconsul de Guatemala en México, Pablo Alejandro Molina Leonardo.

Según el diplomático, autoridades mexicanas ofrecieron visa humanitaria a ocho sobrevivientes del ataque.

Veracruz es uno de los estados más violentos de México por la presencia de cárteles de las drogas.

El fenómeno de la migración acaparó la atención este año por una caravana de centroamericanos que desde octubre recorrió más de 4.000 km desde San Pedro Sula, Honduras, con el objetivo de llegar a Estados Unidos, donde buscan pedir asilo y construir una vida lejos de la pobreza y violencia de Centroamérica.

Cientos de ellos solicitaron su repatriación y más de 2.000 han empezado a regularizar su estancia en México para instalarse definitivamente.

La caravana, que llegó a sumar unas 7.000 personas, ha empezado a disolverse.

Unos 2.000 migrantes se encuentran en un nuevo albergue de Tijuana, frontera con San Diego, instalado para recibirlos a finales de noviembre.