Este lunes, Uruguay anunció que no le concederá asilo político al expresidente peruano Alan García, quien está siendo investigado en la trama de corrupción en el marco del caso Odebrecht.

Fue el presidente uruguayo, Tabaré Vásquez, quien comunicó a la opinión pública la decisión en base a la salud de la institucionalidad peruana, según consignó El Comercio.

“No hemos concedido el pedido de asilo porque en Perú funcionan libremente los tres poderes del Estado”, dijo el gobernante, en compañía de su canciller, Rodolfo Nin Novoa.

García está bajo la lupa de los investigadores producto de los presuntos sobornos que la constructora brasileña le habría pagado a funcionarios de su segundo gobierno, entre 2006 y 2011, en relación a los trabajos de construcción de la Línea 1 del metro de Lima.

El 21 noviembre, el embajador uruguayo recibió una nota en la cual Perú aseguraba que en el país regía la separación de poderes y el estado de Derecho.

García, tres días antes, había solicitado el beneficio alegando una persecusión política en su contra.

La postura de la nación de Vásquez dista de los dichos proferidos por su vicepresidenta, Lucía Topolansky, quien aseguró que ésta tiene una “tradición” de dar asilo político.

No obstante, la autoridad precisó en la ocasión que la petición sería analizada y que el gobierno estudiaría en detalle el caso de García.