El expresidente de Perú, Alan García, habría intentado obtener un asilo político por parte de Chile antes de ingresar a la embaja de Uruguay en Lima, reveló este jueves el diario local El Comercio.

De acuerdo a un artículo publicado por el periodista Fernando Vivas, al mismo tiempo que García entablaba negociaciones para ser recibido y pernoctar en la embajada uruguaya, también buscó la posibilidad de ser recibido por la diplomacia chilena.

García -a través de emisarios- contactó con la Cancillería chilena para obtener la autorización de ingresar a la embajada en Lima e investigar si tenía posibilidad de obtener un asilo político por parte del gobierno de Chile.

“Fuentes diplomáticas nos contaron que, antes o simultáneamente con sus tratos ante Uruguay, García consultó la posibilidad de asilo ante Colombia, México y también Chile”, agregó periódico peruano.

El canciller Roberto Ampuero habría informado al presidente Sebastián Piñera sobre esta situación cuando estaban en Papúa Nueva Guinea para la cumbre de la APEC, pero el mandatario habría descartado la posibilidad, debido a la buena relación con el presidente peruano Martín Vizcarra y la próxima reunión bilatera que se aproximaba (se realizó este martes y miércoles).

Ante la negativa chilena, García se habría declinado por la opción uruguaya, cuyo gobierno analizará el pedido de asilo del expresidente peruano investigado por corrupción en el caso Odebrecht.

García, de 69 años, buscó refugio en la embajada uruguaya el 17 de noviembre, horas después de que la justicia peruana le prohibiera salir del país por 18 meses mientras es investigado en el marco del escándalo de las dádivas de la cuestionada empresa brasileña Odebrecht.

La prohibición de salida del país de García, líder del partido socialdemócrata APRA, fue dictada luego de que la fiscalía ampliara investigación por supuestos sobornos pagados por por un contrato para la construcción de la primera línea del metro de Lima durante su segundo mandato (2006-2011).

El presidente peruano, Martín Vizcarra, dijo el lunes que espera con “tranquilidad” la decisión de Uruguay, pero insistió en que “en el Perú hay independencia de poderes, hay un pleno Estado de derecho”, desestimando el argumento de García de que es víctima de una “persecución política”.

Por su parte, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, ha dicho que se tomará “el tiempo que sea necesario” para decidir si le concede asilo a García, quien también gobernó de 1985 a 1990.

En una llamada al diario, Ricardo Pinedo, asistente de García, negó “que se hayan acercado a otra embajada, pues –afirmó– respetan el trámite iniciado ante Uruguay, agregó el rotativo.

“Oficialmente no tenemos información respecto a que (García) haya solicitado asilo a otras embajadas” en caso de que Uruguay se lo niegue, dijo en tanto a periodistas el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, este jueves.

“No está claro en la norma (la Convención de Caracas de 1954) qué debe hacer Uruguay si rechaza el asilo”, agregó.

Algunos analistas peruanos creen que si Uruguay le niega el asilo, García podría optar por quedarse en la embajada, en un caso similar al vivido por el fundador del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979). Éste permaneció cinco años, de 1949 a 1954, refugiado en la embajada de Colombia en Lima, debido a que la junta militar gobernante le negaba el salvoconducto.

Por el caso Odebrecht también están bajo la lupa de la fiscalía peruana los exmandatarios Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), así como la líder opositora Keiko Fujimori, quien está en prisión preventiva desde hace un mes.