Dos hombres acusados por la muerte de una adolescente de 16 años fueron absueltos este lunes de violarla y empalarla, en un polémico fallo sobre un caso que había estremecido al país en 2016 y motivó el primer paro de mujeres contra la violencia machista.

Matías Farías, de 25 años, y Juan Pablo Offidani, de 43, habían sido imputados por abuso sexual seguido de muerte de la joven Lucía Pérez, pero el tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Mar del Plata, los condenó solo a ocho años de prisión por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Un tercer acusado, Alejandro Maciel, 61, fue absuelto.

El crimen de Lucía Pérez, quien fue abandonada sin vida en un hospital de Mar del Plata, ocurrió el 8 de octubre de 2016. El hecho provocó el rechazo de la sociedad y generó el primer paro de mujeres en Argentina impulsado por el movimiento feminista “Ni una menos”.

Una multitud acompañó en aquel momento marchas en el centro de la capital y otras ciudades, luego de que la fiscal Sánchez dijera “no tener dudas” de la participación de los dos acusados en el crimen.

La autopsia reveló que la adolescente había sido obligada a tomar gran cantidad de cocaína, violada con violencia y “empalada”, según la fiscal de instrucción, agregando que nunca antes en su vida había visto nada semejante.

Pero el juicio oral, que comenzó el pasado 31 de octubre, estuvo marcado por diferencias entre los peritos sobre la existencia o no de abuso sexual, llegando a la conclusión de que la joven murió tras asfixiarse por el consumo de drogas y se descartó que haya sido “empalada”.

“Una sentencia clara debe informar también que ninguno de los seis peritos, ante el fundamento ‘más probable’ de muerte que postularon, es decir, la intoxicación por sobredosis de estupefacientes, presentó o formuló causas alternativas del fallecimiento”, indicaron los jueces

“Movió a un país a partir del dolor y del horror derivados de una mentira”, sostuvo el tribunal.

La fiscal ya había sido apartada del caso en octubre pasado y éste quedó a cargo de su colega Daniel Vicente, quien realizó los alegatos en el juicio, pidiendo prisión perpetua para Farías por considerarlo autor de “abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso ideal con femicidio, con el agravante del suministro de estupefacientes a una menor”; y 18 años de cárcel para Offidani como “partícipe necesario”. Pero sólo fueron condenados por porte y venta de drogas.

Los jueces y la familia apuntaron a una sola persona por el fallo: la fiscal Sánchez, mientras los magistrados señalaban que sus errores en la investigación inicial generaron un revuelo innecesario, la familia la apuntó como responsable de la “impunidad”.

“Una fiscal le arruina la vida a una persona, a toda una familia. Nos arruinó la vida y le arruinó la justicia a Lucía. Esa fiscal tiene que pagar con todo su patrimonio todo esto que hizo. Esto no puede quedar así. Es una burla”, así sentenció Guillermo Pérez el trabajo de la fiscal María Isabel Sánchez, la primera encargada de investigar la muerte de su hija Lucía, consigna diario Clarín de Argentina.

Por su parte, desde el tribunal indicaron que la reacción de la fiscal fue perjudicial para la investigación sobre cómo murió Pérez y ordenaron una investigación en su contra por su actuar.

“Ha sido como una bola de nieve que ha ido arrastrando a su paso no sólo a los directos involucrados (familiares y amigos de Lucía y hasta los propios imputados), sino a grupos de derechos humanos, instituciones públicas y privadas y hasta personas ajenas al proceso que, confiando en los dichos de la fiscal del caso, fue tomando partido sobre un tema cuya información era errónea”, concluye la resolución.