El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en una visita histórica a Cuba, abogará el viernes por estrechar los lazos económicos entre su país y la isla socialista, necesitada de inversión extranjera.

El viaje oficial del líder español, el primero desde hace 32 años, apunta a acercar las relaciones entre Madrid y La Habana, tanto en el plano diplomático como comercial.

El líder socialista llegó el jueves a La Habana poco después de las 16:00 locales (18:00 horas Chile continental) y lo primero que hizo fue depositar flores frente a la estatua de José Martí, héroe de la independencia cubana, para luego reunirse en el Palacio de la Revolución con el presidente Miguel Díaz-Canel, ambos en el poder desde hace menos de un año.

Los dos mandatarios firmaron un memorando de entendimiento para establecer consultas bilaterales, así como un acuerdo de cooperación cultural. No hicieron ninguna declaración al final de la reunión.

El viernes, el líder español participará en un almuerzo con empresarios de su país y luego en un foro bilateral con 200 empresas, entre ellas el gigante de las telecomunicaciones Telefónica y la aerolínea Iberia.

España es el tercer socio comercial más importante de Cuba después de China y Venezuela, con un comercio de 1.300 millones de dólares en 2017.

“En este último año 2017-2018, España ganó importante terreno en el área comercial, y de inversiones, al punto que puede desplazar a Venezuela como segundo socio comercial de la isla”, explica el analista político Arturo López-Levy, profesor del Colegio Gustavus Adolphus, de Minnesota (Estados Unidos).

Asimismo, el dirigente español podría apoyarse en la próxima aprobación en Cuba de una nueva Constitución, que reconoce el importante rol de la inversión extranjera, para consolidar la presencia económica de su país en la isla.

Cuba, por su parte, necesita dinero fresco. La isla está sufriendo la debacle de Venezuela, su principal socio y proveedor de petróleo, y acaba de suspender su programa para enviar miles de médicos a Brasil, lo que le reportaba casi 400 millones de dólares al año, según una fuente diplomática.

¿El rey en 2019?

Después de Felipe González en 1986, ningún jefe del gobierno español llegó en visita oficial a la isla, última colonia de ultramar en independizarse de España, en 1898, y país con el que las relaciones han vivido momentos de tensión.

Fueron particularmente tensas tras la adopción en 1996 de la “Posición Común” europea -que condicionaba el diálogo con La Habana al progreso en materia de derechos humanos-, impulsada por el entonces jefe del gobierno español, José María Aznar.

Pero ahora el viento sopla en otra dirección: en noviembre de 2017 entró en vigor un acuerdo de diálogo político y cooperación entre la Unión Europea y Cuba.

Clima distendido

La UE busca fortalecer sus lazos con la isla y llenar el vacío que dejó Estados Unidos tras el retroceso que imprimió Donald Trump al deshielo iniciado por su predecesor, Barack Obama, en 2014.

Sánchez podría beneficiarse en la isla del clima de distensión generado por la UE, en momentos en que su país amenaza con bloquear el acuerdo sobre el Brexit, si no se satisfacen sus demandas respeto al enclave británico de Gibraltar.

“Tras mi conversación con Theresa May, nuestras posiciones permanecen lejanas. Mi Gobierno siempre defenderá los intereses de España. Si no hay cambios, vetaremos el Brexit”, señaló Sánchez en un tuit poco antes de arribar a la isla.

La disidencia evitada

No se sabe aún si Sánchez abordará un asunto más sensible aún: el de los derechos humanos. Oficialmente ningún encuentro con la oposición está previsto en su programa de visita, aunque la organización disidente Damas de Blanco le solicitó una entrevista.

El Senado español adoptó una moción en la cual solicita a Sánchez que reclame, durante su visita, la liberación de Eduardo Cardet, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación, detenido desde 2016 y considerado “prisionero de conciencia” por Amnistía Internacional.

“La derecha española va a aprovechar y va a agitar el problema”, advierte López-Levy. Pero “lo que España está haciendo está en total sintonía con el marco europeo”, que se apoya más en los encuentros con la sociedad civil que en la oposición para fomentar cambios en la isla.

Y Sánchez, según una fuente diplomática, podría también anunciar otra visita histórica: la del rey Felipe VI en noviembre de 2019, con motivo de los 500 años de La Habana.