El Senado argentino debió postergar la discusión en torno a la petición de desafuero contra la expresidenta Cristina Fernández, luego que la sesión no pudiese ser iniciada por falta de cuórum.
El pedido viene desde un juez que la procesó con prisión preventiva por el presunto encubrimiento de iraníes acusados del atentado al centro judío AMIA en 1994.
Según detalló el medio trasandino Clarín, sólo se presentaron 26 de los 72 senadores, siendo una convocatoria de 37 parlamentarios el mínimo necesario.
De entre los que asistieron, 24 eran oficialistas, además de Lucila Crexell y Carlos Reutemann.
La situación ya se anticipaba, por lo que el presidente provisional del Senado -y también oficialista- Federico Pinedo defendió que el tema a discutir es estrictamente legal y sin interés de “perseguir políticamente” a Fernández.
Para fundamentar esto, sostuvo que desde el Senado se envió notas al juez y al Tribunal Oral Federal 8, además de consultar a expertos sobre el tema.
“Se buscó garantizar absolutamente que la decisión se tomó sobre base judicial y que no hay persecución política, como sostiene un sector de la oposición”, argumentó Pinedo.