La madrugada del pasado 9 de octubre, Percy Pérez Loayza, discutía con su esposa, a la que acusaba de llegar tarde a su casa y en estado de ebriedad. La versión brindada por la agredida, afirmó que el guardia de seguridad fue quien llegó bajo los efectos del alcohol, exigiendo tener relaciones sexuales.

La negativa de la mujer gatilló la furia de Pérez, quien introdujo, según versiones policiales, un rocoto (especie de ají o pimentón picante) en las partes íntimas de su esposa. Todo, lamentablemente, ocurrió en presencia de los dos pequeños hijos de la pareja. El llamado de auxilio fue atendido de inmediato en el domicilio donde ocurrieron los hechos.

El hombre de 34 años años, fue puesto en prisión preventiva por abuso sexual, con un argumento fiscal en firme: “Que exista una relación de matrimonio, no autoriza a una persona a imponer una relación sexual”, advertía el fiscal César Condori Ramos, ante el insólito caso, informado en el periódico La República.

Tras lo ocurrido, dictaron 9 meses de prisión preventiva a Pérez Loayza, quien fue trasladado al penal de Qencoro, en la capital histórica peruana, Cusco, que entonces era noticia por el lamentable suceso.

La República
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La historia no terminaría ahí. El pasado martes por la tarde, el mismo hombre encarcelado en ese recinto, volvía a ser titular en los medios de su país, debido al brutal ataque del que fue víctima en las duchas.

Otro reo lo encontró sangrando con su órgano sexual masculino, mutilado y un profundo corte en la garganta. Lo anterior, comprometió según el parte médico, su faringe.

Inmediatamente fue trasladado de urgencia al Hospital Regional de Cusco, donde el sangramiento le fue controlado, quedando fuera de peligro.

Sin embargo, fue necesaria una una intervención quirúrgica para reconstruir su uretra, afectada después de la mutilación.

Rpp | Perú
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Las autoridades peruanas están investigando si el corte de garganta de Pérez Loayza, fue un intento de suicidio, luego de haber sufrido el brutal ataque, que lo dejó sin su aparato reproductor.

Los medios de comunicación peruanos, están siguiendo cada detalle de este que se ha vuelto un sonado suceso, que también ha puesto en tela de juicio la seguridad que existe al interior de los recintos carcelarios del vecino país.

Diario Correo
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El uso de armas en los talleres de telares y otros que sirven a reos en sus procesos de rehabilitación, está bajo la mira de autoridades centrales en Perú, ya que las herramientas para fabricar objetos, se están volviendo armas peligrosas en contra de los reos que buscan rehabilitarse.

Por el momento no hay nombres de culpables del ataque a Pérez Loayza, pero las autoridades dicen estar trabajando para castigar a quien o quienes estuvieron detrás de este ataque.