Ocurrió en la escuela N° 4-107 “Ejército Argentino” en Tunuyán, provincia de Mendoza. El pasado jueves, cuando el docente de matemáticas decomisó el celular a su alumno de 14 años, no imaginó la reacción del adolescente. Tampoco sus compañeros del segundo año de secundaria, (equivalente al primero medio en Chile) pero intuyeron que las cosas saldrían mal, debido a la intensificación de la discusión entre ambos. Los hechos fueron consignados por varios periódicos locales, entre estos Diario Jornada.

El primer viso de agresión fue un fuerte empujón contra el docente, por parte del iracundo alumno, quien antes le advertía “dame el teléfono viejo cul.” Un par de segundos después, un puñetazo al rostro del educador, propinado por el joven con toda la fuerza de su mano derecha. “Dame el teléfono”, seguía diciéndole a gritos. Luego, vino el siguiente “gancho”, igual de potente. Los jóvenes, para ese entonces, ya estaban grabando el lamentable incidente.

Los insultos no paraban y entre estos, la voz del maestro asomaba con un “cortala”. Entonces, el joven amagaba con otro golpe y en efecto, lo soltó, pero esta vez no dio en el blanco (rostro). Cabe destacar que el profesor, en ningún momento amagó siquiera en su defensa.

Dos golpes, insultos y alumnos grabando, ironicamente, no lo hicieron perder el control. Parece que, pese a todo, calculó la situación como las mismas operaciones matemáticas que enseñaba.

Diario Jornada
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Docente con daños psicológicos tras ataque

Se sabe que el docente golpeado por el escolar, quedó en estado de “shock”, tras el episodio y está recibiendo asistencia psicológica. La misma situación ha sido aplicada al alumno, ya que el establecimiento determinó que necesita ayuda ante diversas situaciones personales en su hogar que lo aquejan y lo habrían llevado a tal reacción.

“No pensé que me pegaría una piña”, declaró Diego Parejas, en sus primera declaraciones a medios locales como UNO, en Mendoza. El maestro decidió contar el difícil episodio que le tocó enfrentar, cuando recibió los golpes de quien se supone le debía respeto en el aula de clases.

“Lo que hice fue decirle que le iba a quitar el celular y le pedí que lo guardara, pero me respondió de mala manera, así que se lo retuve y salió atrás mío a pedírmelo. Le dije que lo iba a dejar en dirección, y ahí fue cuando me empujó. Pero nunca pensé que me iba a agredir de esa manera, con una piña”.

La situación se resume en un punto de peso, a la hora de evitar responder con violencia, según el docente: una familia y planes de una nueva vivienda. “Yo estaba alterado, pero tuve la templanza necesaria para evitar agredirlo. La verdad que fue una situación muy complicada, nunca pensé que el alumno iba a actuar de esa manera. Se me vino a la mente mi familia, mi nena de dos años y mi esposa que está embarazada y muchos objetivos. Muy pronto vamos a estrenar nuestra casa propia, así que pensé en todo eso”, sostuvo.

Sin embargo, el atenerse a responder de la misma forma, no lo inhibe de buscar soluciones legales a la hora de resolver la agresión de la que fue víctima, en un país donde al parecer, la creciente tensión entre alumnos y docentes es como una olla a presión, según representantes del gremio docente.

La Noticia TDF
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“Hay que encontrar otras soluciones a la expulsión”

En la escuela donde ocurrieron los hechos, las respuestas han llegado de inmediato, debido a lo que la misma institución ha calificado como “extramadamente grave”. De hecho se han comprometido a sentar un precedente para evitar un nuevo episodio de violencia como el del pasado jueves.

El primer paso de las autoridades escolares, con intervención de entes superiores de educación en la ciudad, (Dirección General de Educación) es que, el alumno debe ser inmediatamente separado del turno académico al que asistía y acogerse al regimen de “Escolaridad Protegida”, lo cual significa que asistirá a un horario diferente, retirará las tareas y rendirá examen final bajo la misma modalidad. No. No será expulsado.

El maestro agredido, en tanto, se ha acogido a la Ley del Defensor del Docente. Este cuerpo legal en favor de los educadores, permite, en teoría, que estos puedan presentar la denuncia policial y fiscal cuando sean agredidos por alumnos y se supone que tienen las garantías de ser representados por la DGE de sus respectivas ciudades, que les deben proporcionar asistencia legal a través de abogados.

El consejo escolar de la escuela que ahora ha sido noticia internacional desde Argentina, considera que este se trata de un “caso aislado” y que la DGE, determinó que ante la agresión de un alumno contra un docente, no procede la expulsión del agresor, sino que, “hay que encontrar otras soluciones” que no afecten la escolaridad de los infractores.

Sin embargo, el más reciente episodio sirvió para que representantes docentes de Tunuyán, expresaran su descontento, tras asegurar que “la mayoría de estos casos tienen señales de alerta previas. La escuela va conteniendo como puede, pero con servicios de orientación que están colapsados u organismos del Estado con falta de personal y recursos, las derivaciones llevan a mecanismos muy engorrosos, en los que muy pocas veces se llega a solventar el problema”, lamentan los expuestos a las situaciones como la recién informada.

Diario Jornada
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