Ocurrió en el Hospital Evita Pueblo, de Berazategui, Argentina. Las imágenes de un día especial para Florencia Espínola están siendo sumamente comentadas en su país, debido al mal momento escogido para celebrar por partida doble su primera cesárea y su natalicio.
Un colega de la médica residente virtió una botella con vaselina en su cuello y en medio del delicado procedimiento, que forma parte del ritual de “bautismo” para los médicos que realizan ese tipo de cirugía por primera vez.
Las críticas, como la celebración vienen por partida doble, ya que algunos profesionales del mismo hospital donde ocurrieron los hechos, habrían comentado, según medios como Telefé, que el uso de la sustancia en medio de la operación, pudo haber puesto en riesgo la vida de la madre y su recién nacido y además, supone una invasión a la privacidad de la mujer y su familia al momento del parto.
Ha sido la misma Florencia Espínola, quien alertó a la opinión pública desde sus redes sociales, al publicar una foto en la que puede verse al bebé saliendo del abdomen de su madre, como parte de una imágen compuesta con la celebración de su cumpleaños.
El periódico Crónica publicó opiniones de especialistas sobre el suceso. Por ejemplo, El Dr. Agustín Hugo Alí, Cirujano Plástico y Reconstructivo, aseguró que “aunque no hay delito, es un juicio ético. Es parte de la medicina documentar procedimientos pero éticamente, no es lo mejor”.
“Se puede tener celulares y sacar fotos, no está mal. Sin embargo, esas fotos no son científicas, no tienen ningún beneficio”, concluyó.
Otros de sus colegas, le han restado importancia al asunto, asegurando que “Los residentes están supervisados por médicos. Cuando realizan su primera cirugía, es un hecho muy lindo porque es un paso importante que dan en su carrera”, detalló el médico, Fernado Felice.
Sanciones a la vista
La directora del Hospital Evita Pueblo, habló con otros medios de comunicación de su país, como TN, para asegurar que habrá sanciones para los profesionales que actuaron con presunta negligencia dentro del quirófano. Todos son susceptibles a sanciones que van desde la suspensión por tres días hasta la apertura de un sumario”, declaró Karina Fiqueprón.
Al parecer, la celebración de los “bautismos” entre los médicos argentinos, es una práctica recurrente y común entre estos, pero debe ser responsable, apuntó la directora del centro de salud.
“Es cierto que los residentes tienen bautismos pero no dentro del quirófano. Esto no debería pasar en ningún momento de la intervención. En este caso, la mamá estaba despierta y dio consentimiento tácito pero de todas maneras hay una vulnerabilidad del paciente que uno no mide”.
En efecto, la madre del recién nacido no prohibió verbalmente realizar “el festejo”, pero tampoco fue consultada para subir las fotografías a las redes sociales. Aún así no hay informes de que los padres del bebé hayan interpuesto una demanda en contra del hospital o los médicos involucrados en el incidente.
