Las elecciones en Brasil se iniciaron en un clima de tranquilidad que contrastó con la agresiva campaña que polarizó al país.

Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT izquierda) del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, votó en la zona sur de Sao Paulo, donde fue recibido por militantes al grito de “Brasil, urgente, Haddad presidente”.

Mientras que vecinos de ese acomodado barrio golpeaban sus cacerolas para expresarle su rechazo.

Jair Bolsonaro y Haddad son los favoritos y al mismo tiempo los candidatos con mayor índice de rechazo.

Las encuestas los colocan en virtual empate técnico en caso de balotaje, con tendencia a favor de Bolsonaro (45%-43% según Ibope y 45%-41% según Datafolha).