La suprema Corte de Justicia de Ecuador reanudó el viernes una audiencia en la que se evalúa si se juzga al expresidente Rafael Correa como autor intelectual de secuestro del político opositor Fernando Balda, ocurrido en 2012, en Colombia.

En la apertura de la audiencia el martes, la Fiscalía se abstuvo de presentar cargos contra dos de los seis implicados en el secuestro del exdiputado alterno Fernando Balda, por lo que la magistrada, Daniela Camacho, suspendió la sesión para que las partes reexaminen el proceso.

La sesión se reanudó este viernes y Camacho rechazó juzgar mediante un proceso abreviado a otros dos involucrados que colaboran con las indagaciones y aceptan su responsabilidad en el delito.

La Fiscalía había pedido para ambos colaboradores condenas de un año de cárcel, cuando según la ley, la pena debía ser de al menos 24 meses. Los involucrados serán ahora parte de un juicio ordinario.

Tras ocho horas la jueza suspendió nuevamente la audiencia. La sesión se reiniciará el próximo martes a partir de las 14:30 GMT (11:30 horas en Chile).

La investigación

Por este caso, la Fiscalía investigó a tres agentes y a un excomandante policial, que están detenidos y dos de los cuales ya fueron sobreseídos; a Pablo Romero, un exjefe de Inteligencia que está en España; y a Correa, todos por asociación ilícita y el secuestro de Balda.

El opositor a Correa le acusa de ordenar su fugaz secuestro en 2012 en Bogotá, donde estaba refugiado al considerarse un perseguido político. Cinco personas forzaron al político a subir a un automóvil, pero la Policía colombiana logró interceptar el vehículo y liberarlo.

En julio, la justicia ordenó prisión preventiva para el expresidente y el exjefe de Inteligencia, que incluye una circular roja de Interpol -que aún no se pronuncia- con fines de extradición.

El exjefe de Estado podría ser condenado a nueve años de prisión, sostiene Felipe Rodríguez, abogado de Balda. Si Correa no es sobreseído y quiere evitar ir a la cárcel, “tendrá que quedarse nueve años fuera del país” hasta que prescriba el juicio, sin ser juzgado por estar ausente, señaló.

Correa denuncia que detrás del caso está el presidente Lenín Moreno, su sucesor y exaliado con quien mantiene una pugna de poder que llevó a una crisis al oficialismo.

Con ocasión del reinicio de la audiencia, unos veinte simpatizantes del exgobernante se reunieron en las afueras del tribunal, en el norte de Quito, para apoyar a su líder, quien desde julio de 2017 reside en Bélgica, el país de su esposa.

Los correístas mostraban imágenes ampliadas del expresidente y carteles con leyendas como “Balda delincuente”.