El año 2012, un terrible caso impactó a la localidad de Plaza Huincul en Argentina, luego que un hombre fuera condenado a ocho años de prisión por drogar y violar a una de sus hijas biológicas. La menor en ese entonces tenía 16 años.
El sujeto salió con libertad condicional en junio de 2017, cuando había cumplido los dos tercios de su condena. Pero la situación fue para peor, porque ahora atentó contra su otra hija, de 17 años, con el mismo modo de operar.
De acuerdo a lo descrito por el diario argentino Clarín, fue la menor de edad quien buscó a su padre luego que éste saliera de la cárcel. La razón era que tenía la necesidad de conocerlo, ya que en el momento que el sujeto fue a prisión por primera vez ella tenía nueve años.
Según el testimonio de la fiscalía de Neuquén (Argentina), el hombre invitó a su hija a cenar a su domicilio. En el lugar, él puso un par de gotas de sedante en la bebida de la joven, quien luego de unos minutos quedó inconciente.
Fue en ese momento en que la violó en reiteradas ocasiones. El mismo método había ocupado hace cinco años para abusar de su hija mayor, quien actualmente tiene 21 años.
La condena para este hombre, apodado como el “Chacal de Huincul” fue dada a conocer el pasado viernes 31 de agosto. Ahora obtuvo una pena de 13 años y 6 meses de prisión, pero sin derecho a beneficios.
En el juicio el fiscal del caso, Gastón Liotard, entregó otro antecedente que resultó clave en la investigación: El sujeto llamó a su hija dos días después de cometer el abuso, en ese momento la amenazó para que no dijera nada.
Posteriormente, se comprobó que la joven había quedado embarazada producto de la violación, por lo que decidió realizar la denuncia del hecho en compañía de su madre, quien relató lo ocurrido.
“La víctima, tras sufrir un aborto espontáneo y gracias al apoyo de la familia y un cuerpo de psicólogos, materializó la denuncia” declaró el fiscal Liotard tras la audiencia.
Cabe señalar que la muchacha se encuentra bajo un tratamiento terapéutico con un psicólogo.
