El Banco Central de Venezuela (BCV) ordenó este lunes a los bancos mantener un “encaje especial”, lo cual según analistas impulsará los créditos y la inflación, que el FMI proyecta en 1.000.000% para 2018.

La resolución del BCV señala que dicho fondo se deberá constituir con la totalidad de las reservas excedentarias que acumulen la banca pública y privada a partir del 1° de septiembre.

Todos los bancos están obligados a mantener en el BCV un encaje legal para atender los retiros del público. Los fondos que sobran tras cumplir ese requisito constituyen las reservas excedentarias y se destinan a operaciones como préstamos.

Con esta medida “incentivas a la banca a prestar más para disminuir el saldo de reservas excedentarias”, señaló a la AFP el director de la firma Econométrica, Henkel García.

“El incentivo es a crear créditos bancarios, que es igual a decir la creación de dinero bancario. Tienes al Estado creando dinero, también a los bancos, y eso da impuso a la inflación”, añadió García.

El presidente Nicolás Maduro puso en marcha el 20 de agosto pasado una serie de medidas para detener la grave crisis, con cuatro años de recesión, escasez de alimentos y medicinas e hiperinflación.

La receta del gobierno socialista incluye una devaluación del bolívar de 96%, lo que intenta compensar con un aumento de 3.400% del salario mínimo, rebajas obligadas de precios de productos básicos y el arresto de gerentes de supermercados acusados de especular.

Sin embargo, el desabastecimiento aumentó y varios comercios cerraron tras la aplicación del plan, que proyecta un aumento del precio de la gasolina, la más barata del mundo.

La gremial Consecomercio sostiene que los precios fijados por el gobierno para 25 productos no cubren los costos de producción, por lo que prácticamente desaparecieron de los anaqueles.

En tanto, el dólar del mercado negro sigue superando por mucho la cotización oficial pese a la macrodevaluación.

El también llamado dólar paralelo tiene un peso importante en el país petrolero, dependiente de las importaciones, de las cuales 75% están a cargo del Estado.

En un contexto de drástica reducción de esas compras por la caída de la renta petrolera, el sector privado realiza una cuarta parte, casi en su totalidad con dólar negro.

Como parte de su “programa de recuperación”, el gobierno prometió eliminar las emisiones de dinero sin respaldo, principal propulsor de la inflación según analistas.

Pero al mismo tiempo asumirá por tres meses el alza de los salarios en pequeñas y medianas empresas, en momentos en que carece de acceso a financiamiento internacional.