Shirley Diaz, tiene sus fotografías, difundiéndose ampliamente en los medios de comunicación de su país.
Entró recientemente en la lista de “los más buscados”, por planificar un millonario robo en la sucursal bancaria para la que laboraba en la Avenida Venezuela, en Lima, junto a su novio, supuesto integrante de una banda de asaltantes de bancos.
La mañana del 23 de junio, según consigna el sitio peruano Trome, Shirley, tenía todo listo para dar el golpe junto a sus compañeros de asalto. Habían logrado convencer a un guardia de seguridad del banco, de acompañarlos en el atraco.
Habían pensado en todo, o casi todo, tras desarrollar códigos de comunicación que darían inicio a la operación ilícita para robar al menos medio millón de soles peruanos, más de 100 millones de pesos chilenos.
La frase clave, era “chocolate caliente” y debía ser pronunciada por el guardia de seguridad a los asaltantes, dando así luz verde a su ingreso. Antes de esto, Shirley debía ejecutar un paso de baile, para indicarle al uniformado que tenía listo el dinero. Así fue, según la confesión obtenida por uno de los implicados. La mujer tuvo que realizarlo dos veces.
“Cuando la jerma (mujer) baile, tú me dices chocolate caliente”, dijo el vigilante, identificado como Isaías Chávez, que le ordenaron días antes en una reunión en la que se planificó todo.
Después de esto, vino la entrada de al menos 2 sujetos a la sucursal bancaria para sustraer el dinero previo sometimiento a los empleados.
Eran las 8:30 de la mañana cuando efectuaron el ingreso y otros dos más permanecieron en el parqueo de la sucursal del Banco de Crédito del Perú (BCP). Lograron afianzar varias cajas metálicas de las que estaba encargada Shirley y huyeron por la capital peruana.
Sin embargo, fueron interceptados por la policía minutos después del asalto en el que habían realizado disparos, dejando a una persona herida.
Para ese entonces, el robo estaba frustrado y la mujer a punto de ser vinculada con el mismo.
La confesión y el video contra una prófuga
Las autoridades, con ayuda de representantes del banco asaltado, revisaron las cámaras de seguridad del lugar, determinando una actitud sospechosa en la mujer.
En el registro podía vérsele dando órdenes a los asaltantes y al vigilante implicado, por medio de gestos con sus manos, señalando las cajas con el dinero.
De ahí que las autoridades interrogaron al miembro del equipo de seguridad, quien delató a Shirley y a su novio, también empleado del lugar, efectuándose la captura del sujeto, únicamente.
Díaz, intuía lo que podía pasar y desde entonces se ha escondido de la justicia, sin que se tenga registro de su salida del país, algo que las autoridades tampoco descartan.
La justicia peruana ofrece una recompensa a quien brinde información sobre Shirley, apodada también “gringa”, de unos 15 mil soles o más de 3 millones de pesos chilenos.
El juez del 31.° Juzgado Penal de Lima, ordenó la captura de Shirley Díaz por los delitos de robo agravado, asociación ilícita para delinquir y banda criminal.
Pero de la mujer aún no se sabe nada. La recompensa es para la policía peruana, una especie de garantía de que la mujer será delatada tarde o temprano, dentro o fuera de ese territorio.
