Argentina vive una jornada clave este miércoles y que ha sido largamente esperada durante los últimos cinco meses, el Senado votará el proyecto de aborto libre hasta la semana 14 de gestación. Una discusión marcada por la polarización de la sociedad trasandina, las movilizaciones y un fuerte lobby en el Congreso.

El proyecto ya logró sortear la Cámara de Diputados, pero enfrentará su reto más difícil ante el Senado, tradicionalmente más conservador y en donde las estimaciones previas apuntan a que la iniciativa será rechazada.

Según el diario La Nación de Argentina, 37 senadores votarán en contra,una senadora avisó que se abstendrá, 2 están indecisos y 31 aprobarán el proyecto, además de una senadora ausente por prenatal. Lo que deja un panorama complejo para la aprobación de la iniciativa.

Las activistas a favor de la despenalización del aborto anunciaron una masiva manifestación a las afueras del Senado, donde esperan reunir a más de 2 millones de personas, superando la cantidad que lograron durante la discusión en la Cámara de Diputados, donde -según sus estimaciones- más de un millón de ciudadanos hicieron vigilia previa a la aprobación del proyecto en primera instancia.

Por su parte, la Iglesia Católica realizará una misa en la Catedral de Buenos Aires a las 20:00, misma hora en que aún se debería estar discutiendo la iniciativa.

Hasta ahora en Argentina la interrupción del embarazo sólo está permitido para casos de violación o en los que esté en riesgo la vida de la madre, en el primer caso se necesita una autorización judicial y en el segundo de un médico.

¿Qué dice el nuevo proyecto?

El proyecto que debate el Congreso argentino plantea que cualquier mujer pueda interrumpir su embarazo antes de las 14 semanas, sin ningún tipo de requerimiento previo.

Además, los servicios de salud deberán garantizar que el procedimiento se realice en un plazo menor a 5 días desde que la mujer solicitó el procedimiento.

El proyecto también plantea que después de la semana 14 de gestación, la interrupción del embarazo sólo se podrá realizar en caso de riesgo de salud de la madre o de violación, aunque no se requerirá de una autorización judicial.

En caso de menores de 16 años, la interrupción del embarazo deberá contar con autorización de los padres o responsables.

¿Quiénes impulsan el proyecto?

La iniciativa ha sido impulsada principalmente por más de 300 organizaciones sociales, políticas,de derechos humanos y científicas, reunidas desde 2003 en la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, consigna el periódico Perfil de Argentina.

Desde 2003 esta agrupación había intentado ingresar al Congreso el proyecto, pero la falta de apoyo en las principales bancadas (peronistas, PRO y radicales), difuminó esta posibilidad, hasta este años.

El presidente Mauricio Macri habilitó el debate parlamentario pero se pronunció “en favor de la vida”. Este miércoles divulgó una carta en la que celebró el debate aunque admitió que “las divisiones en las creencias sobre un tema a veces pueden ser irreconciliables”.

“La importancia de esta votación va mucho más allá del tema específico que intenta dirimir. Nos plantea como sociedad un escenario pacífico para promover y realizar cambios. Pero, además, nos obliga como individuos a comprometernos a aceptar que hay otros que piensan distinto”, sostuvo el presidente.

En caso de rechazo, el proyecto no podrá presentarse antes de marzo de 2019.


Lee el proyecto completo en el siguiente link

Debate social

El debate parlamentario ha sido intenso, pero también en la vida cotidiana, el trabajo, la escuela y la mesa familiar.

El sociólogo Juan Marco Vaggione destaca que la discusión permitió avances.

“Hoy son excepcionales las personas que criminalizarían el aborto. El debate público ayudó a darse cuenta de que si bien hay una moral católica de la vida, no por existir opciones distintas el derecho no las debe amparar”, argumentó a la AFP.

En las manifestaciones, se han organizado charlas de mujeres que narran experiencias sobre el aborto y en Twitter se hizo muy popular la etiqueta #YoAborte.

“Era muy pendeja (pequeña) y quedé embarazada. Soy de un pueblo de Jujuy que casi nadie conoce. Me metí pastillas y terminé en una clínica. Las enfermeras me decían ‘dale, ahora sí, llora. Te vamos a denunciar’ mientras me practicaban el aborto sin anestesia”, escribió @PauuGarcia en unos de esos tuits.

Quienes se oponen también se movilizaron intensamente, con el apoyo de la iglesia católica y de otros cultos.

“Ha habido una presión muy fuerte de la Iglesia Católita y de otros cultos, esperábamos más respeto a los senadores”, se quejó la senadora María Odarda, a favor de la ley.