La Iglesia Católica busca presionar la votación que este miércoles se realizará en el Senado de Argentina, donde se discutirá un proyecto de ley que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 en el país trasandino.

A horas de que se lleve a cabo la votación, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, se refirió a lo que sucederá en el Senado, durante la misa principal de este martes en el santuario de San Cayetano en el barrio de Liniers, en la capital argentina, consignó diario Clarín.

“Hoy vivimos en nuestra Nación serios desafíos. Pero ninguno es tan serio y grave como el que tienen en sus manos los legisladores del honorable Senado de la Argentina. Todos sabemos que se juega la aventura de niños y niñas concebidos y que esperan nacer en el vientre de sus madres. El proyecto de ley que abona la interrupción voluntaria del embarazo, de aprobarse, pone a los indefensos y vulnerables seres humanos que se están gestando en un camino sin salida”, señaló Poli.

La Iglesia Católica ha ejercido una fuerte presión para evitar que esta ley se apruebe, especialmente con senadores de provincias del interior de Argentina, donde la institución tiene una fuerte influencia, tanto a nivel social como político, situación que ha sido criticada pro activistas a favor del aborto y que la acusan de no proteger a las mujeres que interrumpen sus embarazos bajo la clandestinidad.

“No juzgamos a nadie. Y menos a las madres que por motivos que sólo ella y Dios saben, a veces bajo presión de situaciones angustiantes, sin trabajo, solas, y padeciendo hasta el final la incomprensión de su entorno, optan por el aborto, que siempre será un drama, y lejos de ser una solución, con él comienza un camino difícil de llevar en la vida. Para ellas los brazos siempre estarán abiertos para consolar, perdonar, y animar a seguir caminando”, profundizó.

La legalización del aborto ha sido todo un tema para la Iglesia Católica de Argentina, que considera un grave problema que en el país del Papa Francisco se aprueba una iniciativa de este tipo, por lo que incluso nombró a un delegado para el diálogo con el Congreso, el obispo de La Plata, Alberto Bochatey.

La institución ha liderado la campaña “salvemos las dos vidas” y cuyo símbolo han sido los pañuelos celestes, en contraste a los verdes usados por las activistas a favor del aborto.

“Desde aquí elevamos nuestra oración para que los miembros del honorable Senado de la Nación no interrumpan la honrosa tradición de legislar para el bien común. Con leyes que abran a la esperanza de nuestro pueblo. A favor de la cultura de la vida”, cerró al arzobispo bonaerense.