La comunista Manuela D’Ávila retiró su candidatura a las presidenciales brasileñas de octubre para optar por la vicepresidencia en alianza con el Partido de los Trabajadores (PT) del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, informó el lunes su partido a la Agence France-Presse.

D’Ávila, de 36 años y con un 1% de intención de voto en los sondeos, había lanzado su candidatura el miércoles en Brasilia por el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), pero había llamado en esa ocasión a una gran coalición de izquierda para evitar un nuevo gobierno “neoliberal” en Brasil.

El PT, el mayor partido de izquierda de Brasil, lanzó el sábado la candidatura de Lula, pese a que probablemente será invalidada por la justicia electoral. Al día siguiente, el partido designó al exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, como compañero de fórmula del expresidente (2003-2010).

El PT inscribirá a Lula formalmente como candidato el 15 de agosto, último día del plazo legal, ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), que deberá decidir si acepta la postulación del exmandatario, que purga una pena de 12 años de cárcel por corrupción. En caso de que sea rechazada, el partido deberá presentar un sustituto, que se presume será el mismo Haddad.

Fuentes del PCdoB afirmaron que la intención de D’Ávila, firme defensora de Lula, es ser candidata a la vicepresidencia “en cualquier circunstancia”, ya sea en la postulación de Lula o en la de Haddad.

Preso desde abril, Lula sigue liderando las intenciones de voto con un tercio del electorado. El nombre de Haddad, que administró la capital económica de América Latina entre 2013 y 2017, no impacta por el momento en los sondeos, en los que cuenta con apenas 1% de apoyo en los escenarios sin Lula.

Tras el retiro de la candidatura de D’Ávila, 13 candidatos quedaron en liza para reemplazar a Michel Temer en el Palacio de Planalto en las elecciones de próximo 7 de octubre (con una eventual segunda vuelta el 28), consideradas como las más inciertas de la historia reciente de Brasil.

Los principales son, además de Lula, el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, de Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, centro-derecha); el exbanquero Henrique Meirelles, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB, el partido de Temer), y el ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL).

También figuran el centro-izquierdista Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), y la ambientalista Marina Silva, de Rede Sustentabilidade (centro).