Campesinos venezolanos que caminaron unos 500 kilómetros hasta Caracas, se plantaron este jueves frente al presidente Nicolás Maduro para denunciar con la corrupción que carcome a la llamada “revolución bolivariana” en sus regiones.

“Nos preocupa, señor presidente, la corrupción, la ineficiencia, la incapacidad, la indolencia y el tráfico de influencias”, dijo Arbonio Ortega durante una reunión de decenas de agricultores con Maduro, transmitida en cadena de radio y televisión.

En un salón del palacio presidencial de Miraflores, Ortega añadió que gran parte de 210 predios “recuperados” bajo la figura Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) “son un cementerio de maquinarias y tierras improductivas”. Ello, subrayó, “ha fomentado un latifundio de Estado”.

El vocero recriminó que la marcha fuera “vilipendiada” y “estigmatizada” como opositora. “¿Quién de aquí no es chavista? ¿Quién no está con la revolución? ¿Quién no está con el presidente Maduro?”, exclamó entre aplausos.

“¿Por qué tuvimos tantas trabas para llegar a Caracas? ¿Por qué no querían que nosotros llegáramos a Caracas? ¿Por qué tantas trabas nos pusieron para estar al frente suyo?”, le preguntó Ortega al mandatario.

“Estás en cadena, para que sepas”, le respondió sonriente Maduro ante el reclamo.

Los manifestantes habían sido recibidos el miércoles por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien gestionó su ingreso a Miraflores, donde según Ortega los militares les impidieron el ingreso ese día.

“Nos han tomado fotografías a diestra y siniestra (…) el amedrentamiento (ha sido) a diestra y siniestra”, indicó Ortega, quien le entregó al presidente un documento en el que pide declarar en emergencia al sector agrícola.

La Federación Nacional de Agricultores (Fedeagro) alertó a finales de 2017 sobre una merma de fertilizantes, semillas y agroquímicos.

Los campesinos propusieron, además, la intervención y restructuración del Ministerio de Agricultura y Tierras, de la petroquímica Pequiven -a cargo de fabricar fertilizantes como la urea- y Agropatria, esta última expropiada en 2010 por el fallecido expresidente Hugo Chávez en el marco de una “revolución agraria”.

“Hay que tener cuidado con los que ponemos a direccionar instituciones, porque a la final terminan llevándose lo que nos impide producir”, acotó Ortega, cuestionando igualmente que algunos de esos funcionarios terminen en otros puestos.

El sector agroindustrial apenas abastece 30% del consumo nacional, tras aportar 70% en el pasado, según Fedeagro.

Maduro, por su parte, indicó que la “marcha era necesaria para despertar la conciencia nacional de lo que está sucediendo en el campo”.

Las protestas se han incrementado por falta de medicinas, fallas en servicios públicos y en demanda a mejores salarios. Según la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, unas 5.300 se registraron en Venezuela durante el primer semestre de 2018, un promedio de 30 diarias.