Venezuela flexibilizó su estricto control de cambios mediante un decreto del gobierno aprobado este jueves por la Asamblea Constituyente, que autoriza a transar divisas en casas de cambio.

La norma establece la “derogatoria del régimen de ilícitos cambiarios”, que penalizaba con multas y hasta 15 años de cárcel las operaciones con divisas que se realizaran al margen del Banco Central.

Ahora, el gobierno quiere otorgar a las personas naturales y jurídicas, nacionales y extranjeras, “las más amplias garantías para su mejor participación en el modelo de desarrollo socioeconómico y productivo del país”, añade el texto.

Hasta ahora, el control de cambios le otorgaba al gobierno el monopolio de las divisas y la potestad de fijar la tasa, lo que derivó en un mercado negro donde las cotizaciones multiplican por 30 la establecida por el Estado.

Según expertos, ese diferencial se convirtió en caldo de cultivo para la corrupción, al tiempo que generó presiones inflacionarias, pues la mayor parte de las importaciones privadas se realizan con dólar de ese mercado paralelo.

“Los actores económicos quedan facultados para dirigirse a las casas de cambio que serán autorizadas por el Ejecutivo y hacer cualquier operación cambiaria de manera legal y segura”, señaló el vicepresidente de economía, Tareck El Aissami, al presentar más temprano el decreto a la Constituyente.