Argentina fue sacudida este miércoles por un nuevo escándalo de corrupción, por el supuesto pago de sobornos millonarios, que derivó en una docena de detenciones de exfuncionarios del gobierno de Cristina Kirchner y empresarios, entre ellos un exdirectivo vinculado al grupo de la familia del presidente Macri.

La información surgió, en primera instancia, de seis cuadernos y dos anotadores manuscritos en los que supuestamente el exchofer de uno de los funcionarios dejó registro de los movimientos de dinero durante una década.

Según la Fiscalía, se habrían movido “unos 160 millones de dólares en efectivo” en bolsos, provenientes de sobornos que empresarios entregaban a cambio de la adjudicación de obra pública.

La expresidenta (2007-2015) y actual senadora Kirchner fue citada a indagatoria el próximo 13 de agosto por el juez Claudio Bonadio, aunque no se especificó si en calidad de testigo o de imputada. Su domicilio en la capital argentina está señalado como destino de una de las supuestas entregas de dinero.

“La hipótesis que se investiga es la de asociación ilícita”, declaró a Radio La Red el fiscal de la causa, Carlos Stornelli, quien aclaró que “se libraron 20 órdenes de detención”, pero hay secreto de sumario.

Las 12 detenciones se produjeron en la madrugada del miércoles, y se llevaron a cabo 34 allanamientos en Buenos Aires y su periferia, declaró el jefe de policía, Néstor Roncaglia.

En los allanamientos, fueron decomisados 14 vehículos de alta gama, unos 50.000 dólares en distintas monedas y dispositivos informáticos.

Entre los detenidos figuran Roberto Baratta, exsecretario de coordinación del exministro de Planificación Federal Julio De Vido, este último encarcelado en otra causa por supuesta corrupción.

También fueron arrestados los empresarios Gerardo Ferreyra, de la constructora Electroingeniería, y Javier Sánchez Caballero, exgerente general de IECSA, la constructora que pertenecía a Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri, y que provenía del grupo Socma (Sociedad Macri).

Otro de los detenidos fue Rafael Llorens, exsubsecretario legal de Planificación Federal.

Los arrestos se produjeron tras la declaración de la exesposa del chófer de Baratta, Oscar Centeno, también detenido, sobre supuestos traslados de bolsos con dinero a ese ministerio y a la Casa Rosada, sede de la presidencia, entre otros sitios.

Meses atrás, esa mujer había asegurado que en la casa de los padres de Baratta había una bóveda, que no pudo ser hallada por la justicia, recordó la esposa de De Vido.

Cuadernos y bolsos

El caso salió a la luz este miércoles pero la investigación comenzó hace ocho meses, cuando un informante entregó una caja con seis cuadernos y dos anotadores, todos ellos manuscritos, al periodista Diego Cabot del diario La Nación.

“Me encontré con un relato detallado y absolutamente fidedigno en cuanto a la narración de prácticamente diez años de movimientos de una de las mesas chicas (entorno) del ministerio de Planificación Federal”, relató Cabot al canal La Nación+.

En los cuadernos, figuraría un reporte minucioso de todos los traslados y entregas de dinero que habría hecho Baratta a bordo de su automóvil entre 2005 y 2015, entre los cuales está citado el domicilio de la expresidenta.

Kirchner, cuyo cargo de senadora le otorga fueros parlamentarios por los que puede ser juzgada pero no detenida, estuvo este miércoles en el Senado, sin hacer declaraciones a la prensa.

La expresidenta y varios de sus funcionarios están envueltos en causas de corrupción. El más emblemático fue el caso de José López, exsecretario de Obras Públicas atrapado ‘in fraganti’ en 2016 cuando intentaba esconder bolsos con 9 millones de dólares en un convento en las afueras de Buenos Aires.

Bonadio, juez a quien Kirchner intentó destituir por mal desempeño mientras ejercía la presidencia, ya había procesado a la exmandataria en diciembre pasado por el supuesto encubrimiento a iraníes acusados del atentado a la mutual judía AMIA, que causó 85 muertos en 1994.

También fueron citados a declarar el exjefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina, el exsecretario general de la Presidencia y exdirector de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli, y otros exfuncionarios de Kirchner que aparecen en las anotaciones.

Informado por un programa de radio de que será indagado en la causa, el exjuez Norberto Oyarbide, dijo no tener “ni la más pálida idea” de los supuestos bolsos con millones de dólares y lo calificó como “una calumnia”.