El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, encabezará el viernes el histórico “repliegue”, que conmemora una gesta guerrillera previa al triunfo de la revolución de 1979, en medio de un paro convocado por la oposición tras casi tres meses de protestas, informó este jueves el gobierno.

Ante la crisis que vive el país, la celebración del repliegue, que tuvo lugar el 27 de junio de 1979, había sido pospuesta, pero la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo anunció que Ortega lo presidirá este viernes.

“Mañana (viernes) al repliegue con Daniel, caminantes de la paz, del futuro, del amor (..) porque vamos ganando la paz, la marcha hacia la victoria no se detiene”, declaró Murillo a medios oficialistas.

En esa ocasión se recuerda la retirada que miles de guerrilleros sandinistas realizaron a la combativa ciudad de Masaya (sur), cuna de la rebeldía nicaragüense, para reagrupar sus fuerzas antes de derrocar a la pasada dictadura somocista (1936-1979).

Ortega, un exguerrillero de 72 años que gobierna desde hace 11 años de manera consecutiva, lidera anualmente el repliegue en una caravana hasta el barrio Monimbó de Masaya, 35 km al sur de la capital, que desde abril está sitiado por barricadas hechas por manifestantes que piden su renuncia.

La rebeldía de este barrio ha obligado al gobierno a posponer la reedición del repliegue, cuya realización este viernes despertó temores de que se puedan registrar enfrentamientos, según organizaciones de derechos humanos.

Murillo no precisó la ruta que usará Ortega en el repliegue.

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina a grupos de la sociedad civil, realizó este jueves una marcha de protesta para exigir la salida del poder de Ortega, y convocó a un paro general de 24 horas el viernes.

Según la vicepresidenta, los opositores representan a “la maldad” al “terrorismo perverso (que) no pasó, ni pasará gracias a la fuerza espiritual inmensa del pueblo nicaragüense”.

Las protestas comenzaron el 18 de abril contra una reforma al sistema de pensiones, pero tras la represión se extendieron a la exigencia de salida del poder de Ortega.