Tres agentes judiciales fueron asesinados este miércoles por presuntos rebeldes disidentes de las FARC que interceptaron el vehículo en que se movilizaban por una zona del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, informó una autoridad a la Agence France-Presse.

Los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía fueron “atacados con arma de fuego” en la carretera que une a la ciudad de Pasto con Tumaco, el municipio con más narcocultivos del mundo, indicó una fuente policial que exigió la reserva.

Dos de los cuerpos fueron incinerados junto con el vehículo.

Las primeras pistas apuntan al Frente Oliver Sinisterra como presunto responsable de este ataque.

La organización está al mando de Walther Arizala, alias “Guacho”, un exmando medio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se apartó del acuerdo de paz firmado a finales de 2016.

Señalado por las autoridades colombianas de operar como brazo armado del cartel de Sinaloa de México, el grupo de Guacho es una de las múltiples bandas que se disputan el control del narcotráfico en el departamento de Nariño.

Además es acusado de asesinar en cautiverio a una pareja ecuatoriana y un equipo periodístico del diario El Comercio de Quito.

A raíz de estos crímenes ocurridos entre marzo y abril, las autoridades colombianas y ecuatorianas lanzaron una feroz ofensiva en contra de Arizala.

Sin un mando unificado, los disidentes operan en alejados puntos de Colombia donde disputan las rentas del narcotráfico y de la minería ilegal. Según inteligencia militar, contarían con un ejército de 1.200 combatientes.

Colombia sigue siendo el principal productor mundial de cocaína. Hasta 2017 había 209.000 hectáreas sembradas con la materia prima de esta droga, una cifra récord, señaló un reciente informe de Estados Unidos.