El Congreso argentino aprobó este miércoles una ley para simplificar la donación de órganos por la cual toda persona mayor de edad es donante salvo que exprese su voluntad contraria antes de morir.

El proyecto, que ya contaba con la aprobación del Senado, se convirtió en ley por unanimidad en la Cámara de Diputados al recibir 202 votos a favor y ninguno en contra.

La norma es conocida como “Ley Justina” en honor a Justina Lo Cane, una niña de 12 años que murió en noviembre pasado mientras esperaba un corazón para ser trasplantada.

“Con esta ley serán donantes todas las personas mayores de edad. Los que no quieren ser donantes, podrán dejarlo expreso. Esta ley producirá un cambio de paradigma, ya que todos nos vamos a convertir en portadores para poder evitar una muerte por no recibir un órgano, un tejido o una célula”, explicó la diputada Gabriela Burgos al frente de la comisión de Legislación Penal de Diputados.

Hasta ahora en Argentina para ser donante las personas debían manifestar su voluntad de donar sus órganos y si no lo hacían eran sus familiares quienes resolvían al respecto, lo que aparejaba demoras vitales para el éxito del procedimiento y redundaba en una baja tasa de donación.

El diputado Juan Pablo Kosiner, cuyo hijo murió en 2011 mientras estaba en lista de espera para un trasplante, celebró la aprobación. “¿Por qué esta ley es importante? Porque nadie tendrá derecho a interferir en la voluntad de ser donante de una persona, ni siquiera el familiar más cercano”, indicó.