El Senado argentino inicia este martes las discusiones en comisiones del proyecto de ley para despenalizar el aborto, que ya fue aprobado en Diputados y que la cámara alta debatirá el 8 de agosto.

Activistas a favor y en contra anunciaron sendas marchas frente al Congreso en coincidencia con el inicio de las discusiones en el Senado, donde las opiniones están divididas en un tema que cruza transversalmente a todas las fuerzas políticas.

El 14 de junio el proyecto que despenaliza el aborto fue aprobado en la Cámara de Diputados con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.

Entre los 72 senadores prevalecen por ahora las opiniones en contra de la ley, aunque hay una decena de indecisos que aún no han hecho pública su posición final.

El presidente liberal Mauricio Macri impulsó el debate parlamentario, que se había visto frustrado siete veces en gobiernos anteriores, aunque en lo personal se manifestó “en favor de la vida”.

El proyecto legaliza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación bajo el solo requerimiento de la mujer.

También dispone que la práctica sea gratuita y de prestación obligatoria en todos los centros de salud públicos y privados del país.

A partir de la semana 15 habilita el aborto en casos de violación, imposibilidad de la vida extrauterina o riesgo de salud para la mujer.

Manifestantes antiabortistas apoyados por la influyente Iglesia católica, culto mayoritario en Argentina, entregarán este martes miles de firmas a los senadores pidiendo que rechacen el proyecto.

De su lado militantes proaborto se manifestarán en las calles con música y pancartas para apoyar la aprobación de la ley.

En América Latina, el aborto sin restricciones es legal en Uruguay y Cuba. También está permitido en Ciudad de México.

En casi todos los demás países solo puede practicarse en caso de riesgo de vida para la mujer, cuando hay inviabilidad del feto o si el embarazo es producto de una violación. En El Salvador, Honduras y Nicaragua está prohibido por completo.