Es facil de distinguir por sus rasgos, ajenos a los de tierras centroamericanas pero también está dispuesto a insertarse al numeroso grupo dedicado a rescatar cuerpos en una zona donde la calma aún no llega. Es oriundo de Oviedo, comunidad autónoma de Asturias, España. Desde su llegada a las faldas del Volcán de Fuego, se ha enfrentado a la negativa de las autoridades locales para dejarlo ingresar a la zona cero, esa donde los socorristas locales han roto en llanto producto de la desolación dejada por el coloso.
Humberto, ya conocido por los locales, se ha colado en repetidas ocasiones a escondidas, como parte de un proyecto humanitario español radicado en el departamento de San Marcos, al suroccidente de Guatemala. Los medios de comunicación local y las personas en general que lo han visto, no han dudado en hacer público su ímpetu.
Corbata en cuello, protesta activa
El español de Oviedo, lleva pala y piocha-instrumentos para escarbar entre la ceniza del coloso de fuego-. Su casco, guantes, una sonrisa y hasta bananas como colación, complementan los insumos. Sin embargo, llama especial atención la corbata celeste haciendo juego con la protección en su cabeza. Él mismo ha declarado según consignan medios guatemaltecos como Sol de Oriente que la usa en señal de protesta contra los funcionarios de gobierno, quienes se han hecho presentes y que “solo llegan a tomarse fotos a la zona y luego se van”.
Los topos mexicanos en acción
Y mientras España se solidariza con voluntarios, México no se ha quedado atrás en esta tarea. Los mundialmente reconocidos “Topos” ya están haciendo lo que mejor saben y también son blanco de la gratitud que medios de comunicación y población en general han sabido transmitir, no solo a ellos, sino al resto de rescatistas internacionales.
Argentina, El Salvador, España, Portugal y voluntarios de otras naciones ya han encontrado cuerpos sin vida con el apoyo de familiares de desasparecidos que los guían con la esperanza de dar cristiana sepultura a las víctimas de esta tragedia.
La tragedia tocando corazones
Si los rescatistas-nacionales o extranjeros-se han visto sacudidos por este triste episodio de la naturaleza en Guatemala, la prensa no se queda atrás a la hora de registrar con la lente de una cámara o en pleno reporteo las estampas más desoladoras de la erupción del pasado 3 de junio.
Niños buscando a sus padres, padres buscando a sus hijos, hombres llorando como infantes, en fin, una suerte de escenas que han tocado las vidas no solo de los afectados directos. Las fotografías siguen llegando desde Centroamerica, para contarnos de las dificiles horas, pero también de la solidaridad que priva en un momento como el que vive Guatemala. El fotoperiodista Oliver De Ros, cubre la tragedia en Guatemala, pero tampoco dudó en cubrir en un abrazo a Boris, un hombre que lloraba desconsoladamente la desaparición de su compañera de vida.
La solidaridad como motor, a 8 días del evento que ha puesto a prueba a Centroamérica, al continente americano y más allá de este.
