Los aranceles y cuotas que el gobierno de Estados Unidos empezó a imponer desde este viernes a las importaciones de acero y aluminio de Brasil “no se justifican”, dijo el gobierno de Michel Temer haciendo votos para encontrar otras “soluciones” a esa disputa comercial.

A partir de hoy, las exportaciones brasileñas a Estados Unidos de aluminio tendrán una sobretasa de 10% y las de acero estarán sujetas “a cuotas (máximas de importación), en base a la media de los últimos tres años”, dijeron en un comunicado conjunto la cancillería brasileña y el ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios.

La cuota para el acero semiacabado equivaldrá a 100% de esa media y los productos acabados como aceros inoxidables o tubos tendrán una cuota de 70% de esa media.

“El gobierno considera que la aplicación de las restricciones sobre las exportaciones brasileñas no se justifica y sigue abierto a construir soluciones que atiendan mejor las expectativas y necesidades de los sectores del acero y aluminio en Brasil y en Estados Unidos”, dice la nota.

Sin embargo, el gobierno “se reserva sus derechos en los ámbitos bilateral y multilateral”, señaló.

El gobierno brasileño también dijo que “acompañará atentamente los efectos (de esas medidas) sobre las exportaciones brasileñas”.

Al igual que algunos países, Brasil estuvo temporalmente eximido de pagar los pesados aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio anunciados por el gobierno de Donald Trump para proteger sus industrias y negociaba desde marzo una exención completa.

El gigante latinoamericano, que representa alrededor del 14% de todas las importaciones estadounidenses de acero, reclamó ser exceptuado de esos aranceles alegando la complementariedad de las cadenas productivas.

Pero, a finales de abril, la administración de Trump dio un “ultimátum” a Brasil para elegir entre aranceles o cuotas, algo que fue evaluado por representantes de esos sectores.

El jueves, Donald Trump decidió no prolongar la exención temporal otorgada en marzo a la UE, México y Canadá, a los que impuso desde este viernes aranceles del 25% a sus exportaciones de acero a su país y del 10% a las de aluminio.

El anuncio desató una batalla mundial contra el proteccionismo de Trump, con medidas equivalentes anunciadas tanto por México como Canadá y con la Unión Europea demandando a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio, mientras ultima sus contramedidas contra productos emblemáticos estadounidenses.