El presidente de Bolivia, Evo Morales, emergió el sábado como uno de los pocos defensores del gobierno de Venezuela, lamentando la ausencia de su par Nicolás Maduro en la Cumbre de las Américas en Lima, donde abundaron las críticas a Caracas.

“Lamentamos profundamente que nuestro hermano Nicolás Maduro no esté sentado junto con nosotros (en esta cumbre), producto de las presiones de los Estados Unidos”, expresó Morales durante el plenario de la cita continental.

Maduro no asistió a la cumbre luego que el gobierno peruano, como anfitrión, lo marginó de la cumbre en protesta por convocar a elecciones presidenciales en mayo sin garantías para la oposición.

El mandatario socialista boliviano enfiló sus críticas hacia Estados Unidos y su presidente Donald Trump, quien tampoco acudió a la cita de Lima para dirigir los ataques a Siria, a quien responsabilizó de dirigir una campaña internacional contra Venezuela.

“Nuestra región no es el patio trasero de nadie”, aseveró Morales.

“Bolivia condena las sanciones unilaterales y la amenazas de invasión realizadas por el gobierno de Estados Unidos contra Venezuela”, agregó.

Morales dirigió también sus críticas hacia la Organización de Estados Americanos (OEA), que dirige el uruguayo Luis Almagro, a la que emplazó a dejar de actuar como “un títere” de Estados Unidos.

“La OEA tiene que definirse: o es una organización de integración o es un instrumento de exclusión; o respeta la soberanía de los pueblos o es un títere neocolonial”, afirmó Morales.

La Cumbre finaliza este sábado y además de la lucha contra la corrupción, los mandatarios podrían discutir un pedido estadounidense para aumentar las sanciones al gobierno de Maduro.