Ocho policías murieron este miércoles en un ataque con explosivos en el noroeste de Colombia, donde opera la banda del narcotráfico más poderosa del país y blanco de una intensa cacería oficial.

Los uniformados fueron alcanzados por el estallido de un artefacto que alcanzó el vehículo en que se movilizaban, según informó la policía en un comunicado.

El ataque se produjo en horas de la mañana en la zona San Pedro de Urabá, en el departamento de Antioquia.

Las víctimas estaban escoltando a funcionarios encargados de restituir tierras a campesinos despojados en medio del conflicto armado que persiste en Colombia, y que financia en buena parte el narcotráfico.

“El saldo parcial es de ocho policías muertos y un vehículo (…) afectado”, precisó el alto mando.

Sin embargo, una fuente policial confirmó a la AFP que la acción no dejó heridos ni desaparecidos, ni que tampoco hubo civiles afectados.

Cacería al clan

Aunque no identificó a los presuntos responsables, la autoridad recordó que en la zona donde ocurrió el atentado opera el Clan del Golfo, la organización que envía toneladas de droga a Estados Unidos en alianza con las mafias mexicanas.

Las Fuerzas Armadas mantienen una intensa cacería contra esta banda que se formó con los remanentes de grupos paramilitares antiguerrilleros surgidos tras la desmovilización de miles de combatientes bajo el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).

De contar con un ejército de 4.000 miembros, el Clan del Golfo pasó a tener unos 1.800 hombres tras los golpes propinados por los organismos oficiales, incluida la muerte de varios de sus jefes.

El más reciente operativo contra los líderes se realizó a finales de marzo.

En la acción murió Aristides Mesa, alias “El Indio”, tercero al mando del Clan del Golfo y quien estaba pedido en extradición por Estados Unidos, según el gobierno.

Antes ya habían caído Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”, segundo al mando de la banda, y de su sucesor Luis Orlando Padierna (“Inglaterra”) en noviembre.

El año pasado la organización mafiosa anunció su intención de someterse en medio de la intensa cacería policial,
aunque no se ha concretado ningún acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos.

Según la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), que estudia el conflicto y a grupos ilegales, el Clan del Golfo tiene presencia en 236 de los 1.120 municipios colombianos.

Tras décadas de combate contra las drogas, Colombia sigue siendo el el mayor proveedor mundial de cocaína y Estados Unidos el principal consumidor.