Brasil vive un momento de máxima tensión, en la víspera del juicio que podría llevar a Lula da Silva a prisión y prácticamente descartaría su repostulación a la presidencia de la máxima potencia de Sudamérica.

En un inusitado mensaje vía Twitter, el comandante del Ejército, el general Eduardo Villas Boas, aseguró el martes “compartir el ansia de todos los ciudadanos de bien, de repudio a la impunidad y de respeto de la Constitución, la paz social y la democracia”.

El tuit del comandante recibió el apoyo en la red social de otros generales, como el de Paulo Chagas, que escribió “tengo la espada al lado, la silla equipada, el caballo listo y aguardo sus órdenes!”.

“Estamos juntos mi comandante, en la misma trinchera, firmes y fuertes!!! Brasil encima de todo”, agregó el general Geraldo Miotto.

El mensaje recibió un entusiasta apoyo del diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, un ex militar, segundo en las encuestas electorales (aunque con la mitad de intenciones de voto de Lula).

“El partido del Ejército es Brasil (…) Su comandante es un soldado al servicio de la Democracia y la Libertad. Así fue en el pasado y así será siempre. Con orgullo: ‘Estamos juntos, General Villas Boas"”, escribió Bolsonaro.

Pero las palabras de Villas Boas no son un hecho aislado, en septiembre de 2017, el en ese momento general activo, Antonio Mourão, se refirió a la posibilidad de una intervención militar en Brasil para limpiar la corrupción.

Mourão pasó a retiro tras ese incidente y en su discurso de despedido alabó el trabajo de Brilhante Ustra, uno de los principales torturadores de la dictadura militar de brasil entre 1964 a 1984.

El ministro de Defensa, el general Joaquim Silva e Luna, trató de restar importancia a la declaración de Villas Boas y poner paños fríos a la situación.

El jefe del Ejército “está preocupado por los preceptos constitucionales (…) El mensaje es que la población puede estar tranquila, pues las instituciones aquí están. No es un mensaje de uso de la fuerza. Es lo contrario”, aseguró el ministro, en respuesta a una pregunta del diario O Globo.

La corte se reúne a partir de las 14:00 horas y no tiene horario para terminar. Será transmitida en vivo por TV e internet. Manifestaciones a favor y en contra de Lula fueron convocadas en los alrededores del tribunal en Brasilia y en varias ciudades del país.

Los 11 magistrados del STF deben pronunciarse y justificar su voto, sin límite de tiempo.