El futuro del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, quedó una vez más en manos de un Congreso dominado por la oposición, que aceptó este jueves discutir una moción para destituirlo, tres meses después de que fracasara un pedido similar.

Tras acoger a trámite la moción contra Kuczynski por “incapacidad moral” con 87 votos a favor y 14 en contra, el Congreso unicameral ahora la debatirá y votará la medida durante la próxima semana, ocasión en que el Mandatario, asistido por un abogado, podrá hacer sus descargos.

“Ha sido admitida la moción de vacancia” presidencial, dijo el presidente del Congreso, Luis Galarreta, tras la votación efectuada luego de un debate de 45 minutos.

Para ser admitida a trámite necesitaba 51 votos. Para que la vacancia sea finalmente aprobada por el Congreso se requieren 87 votos, los mismos que consiguió la moción este jueves, lo que complica las opciones de Kuczynski.

Kuczynski, un empresario y banquero de derecha de 79 años, es acusado de haber mentido sobre sus vínculos con la cuestionada empresa constructora brasileña Odebrecht, que ha admitido que hizo millonarios pagos ilegales a políticos en Perú.

La amenaza de destitución ha generado incertidumbre en el país anfitrión de la Cumbre de las Américas que se realizará en abril, a la que asistirá el mandatario estadounidense Donald Trump y una treintena de gobernantes americanos. Hasta el venezolano Nicolás Maduro ha dicho que acudirá a este cónclave, aunque Lima lo eliminó de la lista de invitados.

Dos partidos minoritarios de izquierda lanzaron la moción para declarar la vacancia presidencial por “incapacidad moral” después de que Kuczynski indultó al exgobernante Alberto Fujimori en Navidad.

Sin embargo, la moción presentada finalmente al Congreso, hace una semana, no mencionaba el indulto, sino únicamente las “mentiras, engaños y graves conflictos de interés” de Kuczynski frente a Odebrecht.

El cambio del motivo -del indulto por el caso Odebrecht- permitió que la moción consiguiera el apoyo de la mayor fuerza política del país, el partido Fuerza Popular, de derecha, populista y que lidera Keiko Fujimori, la hija del exgobernante.

Kuczynski llega al Palacio del Cerro Castillo para compartir un almuerzo con el presidente Piñera tras el cambio de mando. Leonardo Rubilar | Agencia UNO
Kuczynski llega al Palacio del Cerro Castillo para compartir un almuerzo con el presidente Piñera tras el cambio de mando. Leonardo Rubilar | Agencia UNO

Silencio del vicepresidente

“Yo me voy a defender y no renunciaré”, dijo Kuczynski la semana pasada, afirmando que su “conciencia está limpia” y que no se dejará vencer por “traidores”.

Si Kuczynski finalmente es destituido por el Congreso, corresponde constitucionalmente que asuma el poder el primer vicepresidente de Perú, Martín Vizcarra, quien ejerce además como embajador en Canadá.

El oficialismo esperaba que Vizcarra manifestara su intención de no aceptar el mando, algo que ya prometió la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz. Sin embargo, ha guardado silencio.

Si ninguno de los dos vicepresidentes asume el mando, lo debe hacer el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta, quien tendría que convocar a nuevas elecciones. Este escenario no lo desea ningún partido en momentos de desprestigio de los políticos por los escándalos de corrupción ligados a Odebrecht.

El temor a comicios adelantados juega a favor de Kuczynski, pero el silencio de Vizcarra lo hace en su contra, según los analistas.

Kuczynski está en el ojo del huracán desde que, en diciembre, Odebrecht reveló que hace una década había pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a empresas ligadas a él mientras era ministro. Hasta entonces, el Mandatario había negado todo lazo con la constructora.

Odebrecht admitió, además, que hizo aportes de campaña en 2006 y 2011 a los últimos cuatro ocupantes del sillón presidencial peruano, incluido Kuczynski, y a Keiko Fujimori. Todos ellos lo niegan.

Kuczynski sale del Congreso tras el cambio de mando. Pablo Vera Lisperguer | Agence France-Presse
Kuczynski sale del Congreso tras el cambio de mando. Pablo Vera Lisperguer | Agence France-Presse

La primera moción de destitución fue impulsada por el partido de Keiko, fue debatida y votada el 21 de diciembre, pero fracasó por la sorpresiva abstención de 10 legisladores fujimoristas encabezados por Kenji Fujimori, hermano de Keiko.

Tres días después, Kuczynski indultó a Alberto Fujimori, presidente entre 1990 y 2000, medida interpretada como retribución a Kenji.

Aunque se desconoce si la nueva moción cuenta con apoyo para ser eventualmente aprobada, hay analistas que dudan que Kuczynski pueda mantenerse en el poder hasta el fin de su mandato, en 2021.

“No creo que el presidente Kuczynski llegue, de ninguna manera, al final de su mandato”, dijo a la agencia internacional Agence France-Presse el sociólogo y analista político, Fernando Rospigliosi.

Un sondeo de la firma Ipsos reveló el domingo que el 58% de los peruanos cree que Kuczynski debe ser destituido, contra un 37% que estima que debe seguir hasta 2021. Pero para destituirlo se necesitan 87 votos en el Congreso y la moción anterior fracasó al cosechar sólo 69.

Kuczynski habla ante el Congreso a fines de diciembre, previo a que los legisladores discutieran su primera destitución. Ernesto Benavides | Agence France-Presse
Kuczynski habla ante el Congreso a fines de diciembre, previo a que los legisladores discutieran su primera destitución. Ernesto Benavides | Agence France-Presse