En una entrevista realizada la jornada del lunes, el expresidente de Argentina y actual senador por la provincia de La Rioja+, Carlos Menem, aseguró que Argentina ha visto corrupción en todos los gobiernos menos en el suyo, administración que se desarrolló entre los años 1989 y 1999.

“En todos los gobiernos, salvo el mío, hubo corrupción”, dijo el otrora mandatario en conversación con CNN en Español.

En la instancia, además, aclaró que su decisión de repostular a su escaño senatorial no tuvo por objetivo evitar ir a la cárcel -usando el fuero parlamentario- por las condenas en su contra, entre las que destacan un proceso judicial por sobre sueldos a funcionarios públicos, con fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado; y otra por contrabando de armas.

“No quiero que me protejan. Que se investigue todo”, pidió el expresidente quien, además, precisó que trabajar en política es lo que mas le apasiona. No sólo se siente bien, sino que tiene un “estado de ánimo excelente”.

Muerte de su hijo

Su hijo, Carlos Saúl Facundo, murió en un accidente en helicóptero en marzo de 1995, en la mitad de su gobierno. Menem señaló que, de acuerdo a conversaciones que el mismo sustanció con policías, llegó a la conclusión que su deceso fue premeditado.

“A mi hijo lo mataron”, dijo, asegurando que su muerte buscó hacerle daño político.

“Yo hubiera preferido que me maten a mí y, sin embargo, en plena juventud matan a mi hijo. Fue muy doloroso”, agregó.

¿Cristina o Macri?

Menem también tuvo palabras para algunos de sus sucesores, específicamente Cristina Fernández y Mauricio Macri y acerca de las gestiones de cada.

¿A quién prefiere, a su compañera de filas o al actual mandatario de la oposición? Menem no prefiere a ninguno.

En relación a Macri, el legislador cree que Argentina pasa por muchos problemas que el presidente no ha podido solucionar durante estos años de gobierno, como por ejemplo la inflación.

“Uno ve, lee, estudia (…). Estamos en una situación no muy buena. Tenemos serios problemas”, sentenció.

Pero Fernández, pese a haber sido la última gran figura del peronismo, tampoco pasa la prueba. A su juicio, su relación con la expresidenta siempre fue lejana.

La nota, entre el uno y el diez, es la mínima. Un uno para los gobiernos de Fernández. “¿Cómo quedamos (como país)? Fuimos un poquito para abajo y esto nos causó mucho daño”, disparó.

Pese a ello, ve que el peronismo pasa por un buen momento, pese a la falta de un líder que una al movimiento. “¿Cuántas veces lo mataron?”, inquirió, asegurando que esta corriente volverá reencantar a los argentinos y que triunfará una vez más en las urnas, en específico por cómo ve al oficialismo liderado por Macri: “enterrado”.