La expulsión de Kenji Fujimori del partido Fuerza Popular, ha dejado en evidencia las fisuras al interior del “fujimorismo”, especialmente entre los hijos del autócrata que inspiró este movimiento considerado de derecha populista.

Los dos hijos de Alberto Fujimori, Kenji y Keiko, son las figuras más visibles de Fuerza Popular, ambos tienen pretensiones presidenciales para 2018, los dos buscaron el indulto para su padre (con distintos métodos) y ambos tuvieron posturas opuestas en el fallido intento de destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski.

Fuerza Popular comenzó a fines de 2017 un proceso por indisciplina partidaria contra el hermano de Keiko Fujimori, por no haber apoyado la destitución de Pedro Pablo Kuczynski que el Congreso -donde FP tenía mayoría- debatió el 21 de diciembre.

El voto de Kenji Fujimori y de otros nueve integrantes de su bancada evitaron la destitución de Kuczynski, a quien el partido de Keiko acusaba de mentir en un caso de presunta corrupción por unas asesorías al gigante brasileño de la construcción Odebrecht.

“Orgullosa de nuestros 61 congresistas que se mantuvieron firmes en la lucha contra la corrupción. Somos Fuerza Popular y Fuerza Popular no se vende ni negocia, porque para nosotros primero es el Perú”, señaló Keiko en aquella ocasión, aludiendo a su hermano menor.

En dicho saludo, la mayor de los Fujimori excluyó a los 10 diputados que se abstuvieron de destituir a PPK (y que básicamente lo mantuvieron en el cargo), entre ellos su hermano Kenji.

Se necesitaban 87 votos para que PPK fuese destituido, pero sólo se alcanzaron 79 sufragios, por lo que las 10 abstenciones de Kenji y sus cercanos, fue la clave en aquella jornada.

Indulto recrudece la división

Las diferencias entre los hermanos recrudecieron con el indulto a su padre. Keiko buscaba una vía judicial para liberar al expresidente Fujimori, sentenciado a 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Una alternativa que ya sumaba varias derrotas en los tribunales.

Kuczynski indultó a Fujimori en víspera de Navidad y se lo acusó de haber negociado con Kenji para evitar su destitución. Ambas partes han negado cualquier acuerdo.

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Luego del indulto,los opositores a Fujimori han realizado una serie de manifestaciones en Lima y otros puntos de Perú.

El martes, una movilización contra el indulto dejó en la ciudad del Cusco dos personas heridas por perdigones lanzados por la policía, según imágenes difundidas en las redes sociales.

Los opositores han acudido a organismos internacionales para que sancione la decisión del gobierno peruano de indultar a una persona condenada por crímenes de lesa humanidad.

Fuerza Popular pierde mayoría

En noviembre, FP ya había suspendido a Kenji por 120 días por discrepar públicamente con su partido, a pesar de ser el congresista que obtuvo mayor número de votos en las últimas elecciones celebradas en 2016.

El FP expulsó además a los congresistas Bienvenido Ramírez y Maritza García, quienes pertenecen a la corriente que lidera el hijo menor del expresidente Fujimori.

“Ya se veía venir. No les gusta ni soportan que les refuten nada. El abuso, arbitrariedad y autoritarismo de FP es evidente y lo vamos a combatir”, replicó la congresista García en Twitter.

El vocero de FP, el congresista Héctor Becerril, aseguró que “el accionar de Kenji Fujimori hace insostenible que se quede en Fuerza Popular”.

Becerril, uno de los más cercanos a Keiko Fujimori, defendió la sanción en nombre de la unidad partidaria y resaltó que en el entorno de Kenji “incluso están hablando de formar un nuevo partido”.

Además de la expulsión de Kenji, García y Ramírez, otros siete diputados pertenecientes a su corriente en Fuerza Popular anunciaron su renuncia al partido. Una situación que pone en aprietos al partido derechista, que pierde la mayoría al Congreso, consignó el portal RPP de Perú.

Fuerza Popular ostentaba hasta ahora una mayoría absoluta del Congreso, con 71 representantes sobre un total de 130, pero con estas salidas perderá esa atribución para convertirse en la primera minoría.

¿Y Alberto Fujimori?

La pugna entre los hijos del expresidente Alberto Fujimori -Keiko de 42 años, y Kenji, de 37- está también ligada con el futuro del fujimorismo, primera fuerza política de Perú.

Kenji ha puesto de manifiesto en las últimas semanas su interés en liderar la agrupación que fundó con Keiko de cara a las presidenciales de 2021.

Hace un mes recordó que su hermana arrastra dos derrotas como aspirante a la primera magistratura, aunque culpó de ello a dos asesores políticos, a los cuales pidió remover.

“Considero, a título personal, que si hay dos campañas donde hemos salido como perdedores, obviamente tiene que haber una restructuración del equipo. Yo creo que es lo más sano y saludable para el bien de un partido”, señaló Kenji en julio pasado, consignó el portal RPP.

Incluso, antes de la segunda vuelta de 2016, donde Keiko Fujimori perdió contra Kuczynski, Kenji había señalado que postularía en 2021, si su hermana no era elegida. Ahora se abre la opción de que ambos postulen a gobernar Perú.

El futuro de FP se halla de alguna manera en manos del patriarca del clan Fujimori, de 79 años, quien en septiembre dijo -desde prisión- que deseaba morir con la tranquilidad de ver unidos a sus hijos.

Existe consenso en que Alberto Fujimori, hijo de japoneses y matemático de formación, está ante dos escenarios: reconciliación familiar o ruptura entre los hermanos, con el consecuente debilitamiento del partido. La herencia no es de poca monta: el fujimorismo representa más de un tercio del electorado.

“Si Keiko no acepta los reclamos de su hermano, como depurar a los dirigentes y congresistas que lo criticaron a él y su padre, la posibilidad de una ruptura es alta”, dijo en enero a la Agence France-Presse, el analista Fernando Tuesta.

Los dados están echados sobre la mesa de los Fujimori en esta suerte de telenovela familiar de gran alcance político donde Kenji ha contado desde hace meses con el apoyo del padre y con el de la guardia vieja del fujimorismo, postergada por Keiko.

Los gestos de los últimos meses han mostrado que el patriarca de los Fujimori y su círculo político, han dado un cierto grado de respaldo a Kenji, especialmente porque esta corriente se habría visto postergada en el gestión de Keiko al mando de Fuerza Popular.

Desde el partido gobernante Peruanos Por el Kambio, afirmaron que esta escisión de Fuerza Popular (10 congresistas) y crear una bancada “100% fujimoristas”, cambiando el panorama de la política del país vecino.