El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, inicia este sábado su segundo mandato consecutivo bajo un clima de protestas de sus opositores, que la víspera tomaron las calles de la capital para repudiar su investidura.

Hernández, de 49 años, tiene previsto jurar para el cargo la mañana del sábado en una ceremonia en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, una ciudad fuertemente custodiada por policías y militares ante la ola de protestas en las calles.

La noche del viernes, miles de opositores participaron en una caravana que atravesó la capital coreando consignas contra la investidura del presidente, reelecto en los comicios del 26 de noviembre con estrecha ventaja y bajo sospechas de fraude.

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Su principal adversario en las elecciones, el presentador de televisión Salvador Nasralla, de 64 años, anunció que habrá una “turba humana” en el Estadio Nacional para repudiar la ceremonia.

Nasralla anticipó una fuerte “resistencia del ejército mañana (sábado) cuando la turba humana se vaya sobre el Estadio Nacional para impedir que eso ocurra (toma de posesión)”.

El excandidato de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura habló al inicio de la caravana del viernes, interrumpido por gritos de “Salvador, Salvador” y “fuera JOH”, por las siglas de Juan Orlando Hernández.

“Yo espero que la comunidad internacional caiga en razón y más temprano que tarde obligue al dictador a dejar el poder”, agregó Nasralla.

La elección de noviembre despertó sospechas de irregularidades luego de que en un primer conteo Nasralla apareció al frente con 57% de los votos contados, pero días después Hernández tomó ventaja tras una serie de interrupciones en el sistema de cómputo del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El TSE finalmente proclamó vencedor a Hernández tres semanas después de la votación.

Entusiasmo y protesta

La caravana contra la investidura de Hernández convocó a una multitud entusiasta que ondeaba banderas rojas mientras cantaba consignas contra el presidente.

“Venimos a decirle a JOH que no lo reconocemos como nuestro presidente”, declaró una joven que se identificó como Silvany, con una cinta blanca en la cabeza por la alianza de oposición y una bandera roja del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre), del derrocado expresidente Manuel Zelaya.

“Sabemos que no va a cambiar nada con esta caravana, pero el mensaje le va a llegar al dictador”, agregó en referencia a Hernández.

Nasralla participó de la caravana del viernes desde la parte trasera de una camioneta, acompañado de su esposa Iroshka Elvir y varios simpatizantes.

La protesta transcurrió sin incidentes, a diferencia de otras manifestaciones celebradas en las semanas posteriores a la elección, que desataron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Organismos de derechos humanos aseguran que unas 30 personas murieron en las acciones policiales para despejar bloqueos de carreteras de la oposición.

En diciembre, Hernández llamó a sus adversarios a un diálogo para garantizar la gobernabilidad en su segundo mandato, un mensaje que cayó en oídos sordos para sus adversarios.

El presidente logró postularse a un segundo mandato consecutivo gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia, pese a que la Constitución prohíbe la reelección presidencial.