El Mercosur exigió este jueves a Venezuela la liberación de opositores presos y el respeto a la democracia y los derechos humanos, en una cumbre regional del bloque celebrada en Brasilia.

“Desde el Mercosur reiteramos nuestro llamado a respetar los derechos humanos, a la libertad de los presos políticos y a la pronta adopción de un calendario electoral capaz de garantizar un proceso abierto y transparente”, dijo el presidente de Argentina, Mauricio Macri, durante su intervención.

Venezuela, sumergida en una pavorosa crisis política y económica, fue suspendida este año del bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay bajo la acusación de que el gobierno de Nicolás Maduro se apartó de los carriles democráticos.

“Defender la democracia significa mantener fidelidad a los compromisos que asumimos en el Mercosur a lo largo de más de dos décadas”, explicó el presidente brasileño, Michel Temer.

“Por eso, cuando suspendimos por común acuerdo a Venezuela -una medida que se imponía- estamos y seguiremos estando del lado de la libertad de expresión, de la separación de poderes, de los derechos humanos”, agregó.

“Queremos que la nación venezolana, una vez de vuelta a la democracia, también pueda volver al Mercosur, donde será recibida de brazos abiertos”, concluyó.

El presidente boliviano Evo Morales, cuyo país es miembro asociado del Mercosur y al mismo tiempo aliado de Venezuela, criticó la exclusión de Caracas. “No entendemos cómo un estado miembro está ausente cuando hablamos de integración”, declaró.

La oposición venezolana asegura que unos 300 de sus militantes están presos por orden del gobierno, que a su vez niega que en Venezuela haya “presos políticos”.

Uno de los dirigentes más emblemáticos es Leopoldo López, en arresto domiciliario desde el pasado 6 de agosto, que cumple una condena de casi 14 años de cárcel acusado de incitar a la violencia en protestas que dejaron 43 muertos en 2014.

El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, uno de los facilitadores de un diálogo entre la oposición y el gobierno de Venezuela, expresó preocupación por el futuro de esas discusiones, que se realizan en Santo Domingo.

Muñoz dijo que el avance del diálogo “se hace difícil”, después que la oposición le informara que la Asamblea Constituyente eliminó la alcaldía de Caracas e ilegalizó a partidos que se negaron a participar en las elecciones locales realizadas hace un par de semanas.

“Eso obstaculiza los avances que vimos y con los que tratamos de contribuir los cancilleres de los países acompañantes en República Dominicana”, afirmó.

La reunión del próximo 12 de enero se presenta entonces como “la última oportunidad de tener una negociación entre el gobierno y la oposición y una salida pacífica, política a la crisis”, advirtió.