El presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, descartó este domingo estar envuelto en actos de corrupción, en momentos en que el Congreso se alista a debatir y votar un pedido para destituirlo del cargo, acusado de recibir pagos irregulares por asesorías a Odebrecht.

“Yo no he mentido, no soy corrupto. Si fuera corrupto: ¿haría esas transacciones bancarizadas pagando impuestos? Estas son empresas registradas en Estados Unidos, que pagan impuestos”, aseguró Kuczynski en una entrevista ante un panel de periodistas locales.

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Al iniciar la entrevista, el gobernante se disculpó por no haber explicado bien sus nexos con la constructora brasileña Odebrecht, acusada de pagar sobornos a funcionarios y políticos de América Latina a cambio de que le concediesen obras públicas.

El Congreso, controlado por la oposición, votará el jueves próximo un pedido para destituir a Kuczynski por incapacidad moral, acusándolo de haber ocultado que empresas vinculadas a él realizaron asesorías por casi 5 millones de dólares a Odebrecht. Se necesitan 87 de 130 votos para destituirlo, una cifra que la oposición puede alcanzar.

“Aquí lo que está pasando es un asalto al orden constitucional. Están tratando de hacer una vacancia ‘express’ (de la presidencia)”, denunció Kuczynski, de 79 años.

Odebrecht reveló que pagó casi cinco millones de dólares por asesoramiento a firmas vinculadas al mandatario entre 2004 y 2013. Aunque aclaró que fueron pagos realizados en forma legal y en los que no participó el presidente.

Del total, 782.000 dólares fueron a Westfield Capital, firma de Kuczynski, cuando se desempeñaba como ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Otros 4,05 millones fueron para First Capital, empresa de un exsocio.

Kuczynski descartó que haya existido conflicto de intereses, porque mientras él era ministro, todos los negocios los manejó su socio, el chileno Gerardo Sepúlveda.

“Yo no he firmado un solo contrato ni he gestionado con el Estado un solo contrato. Son de asesoría financiera a empresas que estaban tratando de levantar fondos después de tener una concesión”, comentó.

“Por eso me he disculpado. Hubiera sido mucho mejor si hubiera observado que se estaba haciendo. Se usó una empresa de buen nombre en la gestión, yo era el accionista, pero mucho de los ingresos no vinieron a mí”, aclaró tras recordar que ha pedido el levantamiento de su secreto bancario y que está dispuesto a ser investigado por la Fiscalía y el Congreso.