Un nuevo hecho de sangre enluta a El Salvador. La noche del sábado, cuatro miembros de una familia fueron acribillados a balazos, incluyendo a dos niños de solo 10 y 2 años de edad.

El hecho ocurrió en la finca San Cristóbal de la localidad de Potrero Grande Arriba, en el municipio de Santa Ana, hasta donde llegó un grupo para dar muerte a Gabriel de Jesús Cristales Alcantara de 35 años; su pareja Marta Alicia Sagastume López de 30; y los hijos de ambos, Josué de 10 años y Edwin de sólo dos.

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Según informó la Fiscalía General de la República (FGR) al diario La Prensa Gráfica, Cristales era miembro de la pandilla conocida como “18”, y habrían sido miembros de su propia organización quienes, en un ajuste de cuentas, le dispararon en la cabeza para luego marcarle con un cuchillo las iniciales “MS” en el pecho, en alusión a la mara (pandilla) rival.

En tanto, la mujer fue ultimada de un balazo en el estómago y registraba otro en la rodilla; los pequeños por su parte, recibieron ambos impactos de bala en el abdomen.

La Policia Nacional Civil (PNC) indicó que Cristales tenía antecedentes por homicidio y llevaban 2 años en su busca. El hombre había dificultado su captura al cambiar regularmente de residencia. De hecho, en el último tiempo dormía en una carpa en medio de un cafetal cercano a la casa donde vivían su mujer y sus hijos.

Según antecedentes recabados por ElSalvador.com, la pareja se encontraba separada hace meses, pero el hombre fue a buscar a su mujer e hijos para que pasaran la noche con él en su vivienda, siendo asesinados en el trayecto.

Francisco Alemán | La Prensa Gráfica
Francisco Alemán | La Prensa Gráfica

Violencia desatada en El Salvador

Si bien El Salvador ya es reconocido por organismos internacionales como el país más violento del mundo debido al impresionante número de homicidios que registra, principalmente por los enfrentamientos entre pandillas, en menos de un mes se ha visto remecido por la matanza de 3 familias completas a manos de estos grupos delictuales, incluyendo 3 niños.

Así, al asesinato de una familia de 6 personas el pasado 14 de octubre -donde 3 de las víctimas eran mujeres- se suma el reciente homicidio de un policía, su mujer, su hija de 4 años y un amigo de estos, ocurrido el 1 de noviembre mientras se preparaban para visitar a sus seres queridos en el cementerio.

Cabe mencionar que los policías y sus familiares son víctimas frecuentes de la violencia desatada por las pandillas en el país centroamericano, con 42 efectivos muertos sólo en lo que va del año, según registros de la propia PNC.

Ante estos hechos, la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos en El Salvador, Raquel Guevara, también expreso la urgencia de que las autoridades tomen el control para evitar más bajas de policías o familiares de estos, en lo que califica como una ola de violencia que vive este país.

Las muertes de este sábado elevan el número de asesinatos solo en septiembre y octubre a 887; mientras que en lo que va de 2017 ya ha cobrado la vida de 3.327 personas, en un país de tan solo 6 millones de habitantes y no más grande que la región del Bío Bío, con 37 mil kilómetros cuadrados, versus 21 mil de la nación centroamericana.

Como contraste, mientras Chile tiene una tasa de homicidios de 2,7 personas cada 100 mil habitantes, El Salvador posee la mayor de América con 61 asesinados cada 100 mil. En tanto, la comuna con más homicidios en Chile es Santiago con 10,4 cada 100 mil; mientras que en El Salvador también es la capital, San Salvador, pero con 103 cada 100 mil habitantes.