La expresidenta de Argentina Cristina Fernández rechazó este jueves ante la justicia haber encubierto a iraníes acusados por su país del atentado al centro judío AMIA que causó 85 muertos en 1994, una señalamiento que calificó de “gran disparate jurídico”.
Fernández presentó un escrito de 17 páginas ante el juez Claudio Bonadio, que la citó a indagatoria, en una causa abierta a raíz de una denuncia del fiscal Alberto Nisman presentada cuatro días antes de morir, el 18 de enero de 2015.
“De usted, no espero justicia”, escribió en el texto dirigido a Bonadio, a quien Fernández había intentado destituir durante su gobierno al acusarlo de mal desempeño.
Bonadio la investiga por traición a la patria o encubrimiento agravado por haber firmado en 2012 un pacto con Irán, que buscaba poder indagar en Teherán u otro lugar convenido a exaltos funcionarios iraníes acusados del atentado.
El juez tiene 15 días para decidir si la procesa junto al excanciller Héctor Timerman y otros imputados que fueron indagados en la última semana, atravesada por las elecciones legislativas del domingo que dieron fuerte respaldo al gobierno de Mauricio Macri.
“Es un gran disparate jurídico. El objetivo de esta persecución judicial es atemorizar a los dirigentes de la oposición en el Parlamento. Quieren a un Parlamento sumiso”, declaró la senadora electa a la salida de los tribunales.
La denuncia de Nisman, quien apareció muerto un día antes de detallar su acusación ante el Congreso, fue rechazada en varias instancias judiciales “por ausencia de delito” hasta que fue reactivada en febrero pasado.
Al pedir al juez las indagatorias, el fiscal federal Gerardo Pollicita consideró que existió “un plan criminal orquestado y puesto en funcionamiento”, y cuyo objetivo era “dotar de impunidad” a los iraníes con pedido de captura internacional tras el atentado.
El acuerdo fue aprobado por el Congreso argentino pero el Parlamento iraní nunca lo convalidó, por lo que no entró en vigencia.
La exmandataria ratificó este jueves que la intención del memorándum, “tuvo un solo objeto: permitir las indagatorias a los imputados iraníes por el atentado a la AMIA, para que la causa avanzara en el marco del reiterado reclamo de cooperación internacional en materia penal que la Argentina durante muchos años realizó a Irán”, escribió.
En la causa AMIA, actualmente se lleva a cabo un juicio contra las autoridades de aquella época por desvío de la investigación.
Están en el banquillo el expresidente Carlos Menem (1989-1999), el juez a cargo de la causa durante los diez primeros años, el exjefe de los servicios de inteligencia, dos fiscales y un responsable de la colectividad judiía, entre otros.
Este jueves, comenzaron los alegatos en ese juicio y el veredicto es esperado antes de fin de año.
El atentado a la AMIA es el más grave cometido en Argentina, ocurrió dos años después de otro atentado en 1992 contra la embajada de Israel en Buenos Aires.
