América Latina y el Caribe deben “frenar la corrupción” para impulsar el crecimiento, dijo el viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI), considerando este tema como una de las “reformas estructurales necesarias” en la región.

“La gestión de gobierno deficiente y la corrupción arraigada son lastres para el crecimiento inclusivo y sostenible en América Latina y el Caribe”, indicó el organismo en un documento presentado durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington.

En su último informe “Perspectivas Económicas: Las Américas”, el FMI subrayó la recuperación “gradual” de la región con el fin de la recesión en varios países, e instó a “acelerar la puesta en práctica de reformas estructurales necesarias”.

En ese sentido, incluyó el combate a la corrupción en el listado de “prioridades” para afianzar la expansión.

“Este tema afecta obviamente el crecimiento económico“, dijo a la AFP el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.

Según los expertos, los altos niveles de corrupción se asocian con un menor desarrollo y mayor desigualdad.

Werner explicó además que, en países donde la percepción de corrupción es elevada, la sociedad desconfía del Estado y sus autoridades, dificultando la implementación de políticas públicas correctas.

¿Qué voluntad tiene la sociedad de pagar impuestos cuando no se sabe cómo se van a utilizar los recursos?“, se preguntó Werner, y dijo que esta “deslegitimación” de las autoridades “claramente” afecta el crecimiento.

Entre las áreas sensibles para actos corruptos, Werner mencionó la gestión de las aduanas, la administración tributaria y la supervisión bancaria.

El informe apuntó que aunque las condiciones en América Latina y el Caribe parecen ser “similares” a las de otras economías de mercados emergentes, son “mucho peores” que las de economías avanzadas.

El FMI no dio una fórmula única para atender este problema, pero señaló elementos de una “estrategia eficaz”: “sólido liderazgo político, reformas jurídicas y judiciales, reforzamiento de la transparencia y la rendición de cuentas y, en particular, formas más estrictas de supervisión e imposición del cumplimiento de las normas”.

“Oportunidad”

“En vista del creciente malestar público, América Latina ahora tiene ante sí una oportunidad para combatir la corrupción”, enfatizó.

La corrupción ha estado históricamente en el ADN de los latinoamericanos, según expertos, pero en los últimos tiempos la tolerancia hacia el uso indebido de los recursos públicos ha disminuido, en particular luego de que la constructora brasileña Odebrecht confesó haber pagado sobornos en diversos países para obtener jugosos contratos de obras públicas.

Odebrecht, que aún está bajo investigación, desató un terremoto político que estremeció a la cima del poder en Brasil y en varios países.

El caso Odebrecht afectó a toda la región“, señaló Krishna Srinivasan, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI en rueda de prensa.

El FMI señaló específicamente el caso de Odebrecht como una de las razones de la desaceleración de la economía de Perú en el primer semestre de 2017, y advirtió que la actividad podría verse aún más perjudicada en el futuro por este escándalo.

Werner explicó que lo ocurrido en Perú es muy ilustrativo para ver cómo la corrupción afecta la expansión económica, porque “la cancelación temporal de proyectos de infraestructura tuvo un efecto en el crecimiento y esa cancelación estuvo asociada al caso Odebrecht”.

El FMI también destacó el problema de la corrupción en Brasil, donde “los continuos esfuerzos por mejorar la gestión de gobierno y el Estado de derecho ayudarían a frenar” este flagelo, “lo cual apuntalaría la confianza de las empresas e incentivaría la inversión.

Además, puso el foco en América Central, donde la corrupción y la debilidad del Estado de derecho “contribuyen al bajo rendimiento de la inversión”, dijo.

En particular, resaltó el caso de Guatemala, donde en 2015 el presidente Otto Pérez se vio obligado a renunciar, pero su sucesor, Jimmy Morales, es señalado de financiamiento ilegal de la campaña.

Además del combate a la corrupción, el FMI llamó a avanzar en infraestructura, invertir en capital humano, fomentar la participación de la mujer en la fuerza laboral, reducir la informalidad en el mercado laboral, y profundizar la integración en los ámbitos del comercio y las finanzas.