Cerca de un millar de soldados fueron movilizados el viernes para reforzar la seguridad en torno a Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, tras cinco días de intensos enfrentamientos entre policías y traficantes.

Los tiroteos, que empezaron el domingo por un aparente choque entre líderes de una misma banda de traficantes, se intensificaron la mañana del viernes en esta barriada de alrededor de 70 mil habitantes, ubicada en un cerro en plena zona rica y turística de Río.

Imágenes caseras difundidas por medios locales mostraron a hombres armados con rifles y pistolas disparando a mansalva en las estrechas calles de este conjunto de viviendas precarias.

La carretera contigua a la favela -una arteria principal que conecta el sur con el oeste de la ciudad- fue cerrada desde la mañana por decenas de agentes fuertemente armados. Por la tarde, tanques del Ejército empezaron a llegar al lugar, constató un periodista de la AFP.

La policía reportó que un grupo de menores incendió un autobús cerca del puente al pie de Rocinha y que traficantes lanzaron un artefacto explosivo, que no estalló, y atacaron la sede de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) de la favela, provocando un intercambio de tiros que dejó un vecino herido.

“Desde la semana pasada estamos con bastante miedo. Subimos rápido, o esperamos para venir con amigos y después vamos directo para casa. Nadie se queda en la calle, es un terror total”, relató a la AFP James, un habitante de la favela.

El ministro de Defensa, Raul Jungmann, afirmó por la noche que “Rocinha está pacificada. Aquellos tiroteos que se observaron durante la mañana ya no están ocurriendo”, agregó, en una entrevista con TV Globo.

El secretario de Seguridad de Río, Roberto Sá, dijo por su parte que la operación continuará “por tiempo indeterminado”, pero garantizó que los vecinos pueden retomar su vida normal, siguiendo las orientaciones de los policías y militares.

En pleno Rock in Rio

Las escenas, dignas de una guerra, volvieron a exponer la ola de inseguridad que golpea la ciudad, al borde de la bancarrota apenas un año después de los Juegos Olímpicos. Se producen, además, en un momento de mucha afluencia de turistas, que vinieron a asistir al festival Rock in Rio.

La carretera que pasa al pie de Rocinha lleva precisamente al Parque Olímpico, donde se realiza este mega encuentro musical que abrió sin embargo normalmente sus puertas en su quinto día de conciertos, con la presentación estelar de Bon Jovi.

En Rocinha poco afecta el Rock in Rio. O quizás sí.

Uno de los bailarines que actuó en el show de Alicia Keys el domingo, Pablinho Fantástico, no pudo regresar a su casa en la favela ese día por los tiroteos.

Y el miércoles, el gobernador de Rio, Luiz Fernando Pezao, reconoció que había ordenado a la policía no intervenir en Rocinha para evitar riesgos a las miles de personas que podían usar la carretera.

Guerra entre exaliados

Controlada por la organización de narcotraficantes Amigos dos Amigos (ADA), la violencia ha recrudecido en los últimos meses en Rocinha, igual que en otras favelas que estaban oficialmente “pacificadas”.

Con una base de las UPP desde 2012, la situación escapó de todo control el domingo, cuando un grupo de traficantes invadió el morro, vecino a los acomodados barrios de Leblon y Sao Conrado, dejando al menos un muerto y tres heridos.

“Esto es una guerra entre dos bandidos que habían sido aliados y ahora, al querer tomar el monopolio en el mercado de drogas, iniciaron esta guerra”, dijo este viernes el comisario de la policía en Rocinha, Antonio Ricardo Lima.

Aparentemente la guerra opone al exjefe del tráfico en esta favela, Antonio Francisco Bonfim alias ‘Nem’ -preso desde 2011- disconforme con su sucesor Rogério Avelino da Silva ‘Rogério 157’.

La guerra contra los narcos ‘no funciona’

La movilización militar incluye 950 hombres y “diez blindados”.

El ministro de Defensa comparó la situación de Rio a la de un contuso que sufre además dolencias más graves.

El paciente “tiene fracturas, hemorragia interna y cirrosis. ¿Usted quiere atender la hemorragia o la cirrosis? La cirrosis es estructural, la hemorragia es la urgencia”, dijo Jungmann.

A finales de julio, el gobierno movilizó a 8.500 militares a Rio. Los soldados participaron en algunos operativos contra traficantes en las favelas, pero luego disminuyeron sus acciones.

Diversos analistas aseguran que la ‘guerra contra los traficantes’ no funciona, como lo demuestran los más de 100 policías muertos en Rio en lo que va de año.

“Los grupos criminales nunca serán derrotados por el uso de la fuerza bruta. Ellos siempre ganan a la policía en eso. ¿Vamos a seguir insistiendo en eso? No puede haber ninguna victoria si no se apuesta por inteligencia e investigación”, dijo a la AFP Silva Ramos, del Centro de Estudios sobre la Seguridad y la Ciudadanía.