Una sentencia, que abrió en Brasil la posibilidad de tratar a la homosexualidad como una enfermedad , desató una batalla judicial que este viernes se desplazará a las calles, con protestas en Rio de Janeiro y Sao Paulo para pedir su revocación.

El juez Waldemar de Carvalho ordenó el lunes pasado al Consejo Federal de Psicología (CFP) que deje de impedir a sus afiliados atender consultas sobre “(re) orientación sexual”, algo que para la entidad permite encuadrar a la homosexualidad como si fuera una patología reversible.

Sin embargo, el CFP presentó un recurso advirtiendo que esto “abre la peligrosa posibilidad del uso de terapias de (re) orientación sexual” y explicó que la sentencia respondía a una solicitud de “defensores de esa práctica, que representa una violación a los derechos humanos y carece de base científica”.

La reacción de los ciuadanos contra “la cura Gay” (como es conocida en Brasil) no se hiz esperar, apareciendo en redes sociales y otros medios muchos mensajes de apoyo y de rechazo a la medida adoptada por el juez.

La comunidad LGBT también repudió esta medida que según sus detractores busca debilitar los derechos de los homosexuales mediante la interpretación jurídica de una norma que ya tuvo varios intentos de ser anulada.

“¡Ser LGBT+ no es una enfermedad! Contra los retrocesos y la pérdida de derechos”
, afirmó una de las proclamas difundidas por las redes sociales en Rio de Janeiro, que está acompañada de la imagen de un puño apretado pintado con los colores del arco iris.

En Sao Paulo, la premisa fue, y sigue siendo, exigir la “revocación inmediata de la medida cautelar de la ‘Cura Gay"”.

La sentencia del juez De Carvalho no suspende los efectos de la resolución del CFP, pero le ordena dejar de interpretarla “de modo que impida a los psicólogos promover los estudios o la atención profesional, de forma reservada, pertinente, ni la (re) orientación sexual”.

Según el Consejo, esa hermenéutica va contra el posicionamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que definió a la homosexualidad como una variación natural de la sexualidad humana.

La controvertida decisión llega en un contexto de fuertes cuestionamientos a la agenda de nuevos derechos que impulsaron los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) entre 2002 y 2016, hasta la destitución de la ahora expresidenta Dilma Rousseff por manipular cuentas públicas.

La asunción a la jefatura del Estado de Michel Temer, un exaliado de Rousseff, trajo al centro del poder político potentes corrientes de pensamiento de un toque más conservador.