El Ejecutivo brasileño paralizó los procedimientos para ceder derechos de explotación minera en una reserva amazónica, un día después de que la Justicia suspendiera el polémico decreto que autorizaba esta acción económica en una gigantesca área de la selva amazónica.

Según un comunicado del ministerio de Minas y Energía difundido la noche del jueves, el cambio del Ejecutivo obedeció “a las legítimas manifestaciones de la sociedad y a la necesidad de aclarar y discutir las condiciones que llevaron a la extinción de la Reserva Nacional del Cobre y Asociados (RENCA)”.

La semana pasada, el presidente Temer publicó el decreto que extinguía el área de 47.000 km2 (mayor que la superficie de Dinamarca), situada entre los estados Pará y Amapá. El texto fue reemplazado por otro este lunes, tras un aluvión de críticas de la sociedad civil, la comunidad científica e incluso la iglesia católica.

El nuevo texto prohibía explícitamente la explotación minera en áreas donde haya “sobreposición parcial” de áreas protegidas o “tierras indígenas demarcadas”, “excepto si está previsto en el plan de gestión”.

Los grupos ambientalistas argumentan, sin embargo, que la extinción de Renca acelerará el avance de la minería privada y la deforestación sobre las áreas de preservación.

El ministro de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho, afirma, según el comunicado de prensa, que abrirán “un amplio debate con la sociedad sobre las alternativas para proteger la región”.

Agrega que serán también consideradas medidas de corto plazo que “cohíban actividades ilegales en curso”.

Las conclusiones sobre este debate público serán presentadas por el despacho en 120 días, junto con medidas para el desarrollo sostenible del área.

La decisión de extinguir Renca, así como otras medidas del gobierno en materia ambiental, han generado un fuerte rechazo entre la población, que se sumó a través de las redes sociales a la campaña “Todos por la Amazonía”, impulsada con fuerza por la modelo Gisele Bundchen.