El presidente Nicolás Maduro anticipó este sábado la “gran victoria” de la Constituyente que se elige en Venezuela el domingo, para cuando la oposición prometió intensificar las manifestaciones en todo el país.
“Hay Constituyente en Venezuela, es la verdad, es el primer triunfo (…) Es la elección más importante contemplada en el sistema político venezolano”, dijo Maduro en un acto político. “Ésta no es la Constituyente de Maduro, ésta es la Constituyente del pueblo”.
El mandatario llamó a cambiar la Carta Magna que impulsó el fallecido expresidente Hugo Chávez en 1999, asegurando que es el único camino para poner fin a la ingobernabilidad, recrudecida por cuatro meses de duras protestas opositoras que dejan 113 fallecidos.
La jefa de la autoridad electoral (CNE), Tibisay Lucena, informó que prácticamente la totalidad de los centros de votación fueron instalados.
La oposición sostiene por su parte que el verdadero objetivo de la Constituyente -rechazada por 72% de los venezolanos, según la encuestadora Datanálisis- es redactar una Constitución a la medida del mandatario para aferrarse al poder.
Para el día de la votación, llamó a la abstención y convocó a una masiva concentración en Caracas, así como también a bloquear vías en el interior del país desde la madrugada.
“La dictadura, con el paso de mañana (domingo), lo que hace es acelerar su caída del poder. La protesta de calle se va a profundizar, la dictadura no sabe en qué problema se metió”, lanzó el presidente del parlamento, de mayoría opositora, Julio Borges, que pidió evitar enfrentamientos con otros ciudadanos.
“Nuestra lucha es contra un gobierno que asesina”, insistió.
El llamado a protestas desafía la prohibición del gobierno de realizar movilizaciones que afecten los comicios, que pueden ser castigadas con hasta 10 años de cárcel.
El CNE habilitó centros electorales de contingencia, incluido uno en el gigantesco centro de eventos Poliedro de Caracas, adonde, según la oposición, votarán quienes viven en barrios opositores.
Lucena denunció “ataques y quemas de máquinas” de votación en algunas ciudades, pero garantizó que serían reemplazadas y se mostró confiada de que el proceso se celebrará con normalidad.
El exjefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero insistió este sábado en un comunicado, tras reunirse en las últimas semanas con representantes del gobierno y la oposición, en la necesidad de reeditar una mesa de diálogo como la que fracasó en diciembre pasado.
“El primer responsable es el gobierno, a él apelo para que la facilite con nuevos gestos, aunque sin la voluntad y la determinación de la oposición nada será posible”, indicó.
Maduro fustigó la divulgación de esta nota “informando asuntos que hasta el día de hoy habíamos considerado necesario mantener en resguardo”.
“No consultó al gobierno soberano de Venezuela. Espero que públicamente rectifique esta posición”, señaló.
Rodríguez Zapatero subrayó la necesidad de fijar un cronograma electoral, instalar una “comisión de la verdad” sobre la crisis y dar “garantías” de que la Constituyente respetará “los principios de la República”.
La oposición ya descartó sentarse si no se suspende su instalación.
Maduro, que llamó esta semana a retomar el diálogo antes de la elección del domingo, aseguró que ambas partes estuvieron “a punto de llegar a un acuerdo”, pero no se concretó por las recientes convocatorias a paro cívico.
Presión internacional
El mandatario, que acusa a la oposición de intentar un golpe de Estado con apoyo de Estados Unidos, ha desestimado la presión internacional contra la Constituyente, luego de que Washington sancionara a 13 funcionarios y militares venezolanos, incluida Lucena.
Estados Unidos, que pidió a sus diplomáticos sacar a sus familias del país, advirtió con imponer más sanciones si se concreta la Constituyente.
En tanto, el gobierno chileno informó que una de los 33 magistrados de la corte suprema paralela juramentada por el Parlamento entró a la embajada en Caracas para pedir protección.
De cara al proceso, cientos de venezolanos protestaron en Bogotá y otras ciudades, la seguridad en la frontera fue reforzada y varias aerolíneas suspendieron operaciones.
Según analistas, el rechazo a la Constituyente afecta su legitimidad, luego que la oposición reivindicara 7,6 millones de votos contra esa iniciativa en un plebiscito simbólico el 16 de julio.